Entrega de Aceite a la Comunidad «Rescatados de María» de Hornachuelos

En la tarde de hoy la Vocal de Caridad y el Consiliario de la Cofradía han hecho entrega de un lote de aceite de oliva virgen extra de la marca «Castelanotti» a nuestro hermano D. José Antonio Rojas Moriana, director de la Comunidad «Rescatados de María».

Esta partida forma parte de la generosa donación que la empresa Aceites Castelanotti ha realizado a la Cofradía del Nazareno para su distribución entre personas necesitadas, cómo es el caso de esta Comunidad que se dedica a recuperar y reinsertar a personas con adicciones.

Agradecer desde este medio nuevamente a la empresa Aceites Castelanotti y a sus responsables Alicia Criado y Antonio Delgado por su desinteresada aportación que nos permitirá ayudar a muchas familias y personas necesitadas.

Evangelio 6° Domingo de Pascua

Lectura del santo evangelio según san Juan (14,15-21)

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Si me amáis, guardaréis mis mandamientos. Y yo le pediré al Padre que os dé otro Paráclito, que esté siempre con vosotros, el Espíritu de la verdad. El mundo no puede recibirlo, porque no lo ve ni lo conoce; vosotros, en cambio, lo conocéis, porque mora con vosotros y está en vosotros. No os dejaré huérfanos, volveré a vosotros. Dentro de poco el mundo no me verá, pero vosotros me veréis y viviréis, porque yo sigo viviendo. Entonces sabréis que yo estoy en mi Padre, y vosotros en mí y yo en vosotros. El que acepta mis mandamientos y los guarda, ese me ama; y el que me ama será amado por mi Padre, y yo también lo amaré y me manifestaré a él».

Palabra del Señor

El resucitado ha cambiado la vida de sus discípulos cada vez más valientes, más pacíficos, más alegres y ahora, además, acompañados para siempre con su Espíritu.
El Espíritu ha entrado en nosotros de la mano del Señor Resucitado. Es verdad, que ya estaba antes, sí, de otra manera: cuando el Padre trabajaba en silencio nuestro corazón, cuando su amor nos cortejaba, cuando su Palabra nos llamaba desde la tempestad, o desde el ejemplo de un amigo, o desde la belleza de un amanecer.
Pero sólo el día en que nuestra alma decidió, libremente, rendirse al «acoso» de Dios, sólo entonces, el Espíritu de Jesús se nos entró por las puertas y tomó posesión de nuestra casa.

Por eso, «el mundo no puede percibirlo porque no lo ve ni lo conoce » y solo podrá percibirlo si los cristianos lo hacemos visible con nuestra alegría, con nuestro amor, con nuestra tenaz esperanza. Dicho de otra manera: si nuestras comunidades no viven en estado de alegría, si no se nota que nos queremos, si nuestras mutuas relaciones no están basadas en la justicia y la verdad, ¿no será que, por más que pensemos lo contrario, no vive en nosotros el Espíritu del Señor?

¡Feliz Domingo!

Comunicado acompañamiento musical

Por la presente se comunica que la Junta de Gobierno de la Real e Ilustre Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno, María Stma Nazarena, San Bartolomé y Beato Padre Cristóbal de Santa Catalina, reunida en la noche del 10 de Mayo de 2023, acuerda por unanimidad que el acompañamiento musical para el Rosario Vespertino en honor a María Stma Nazarena de los años 2023, 2024 y 2025 y del Vía Crucis en honor a Ntro. Padre Jesús Nazareno de los años 2024 y 2025 corra a cargo de la Capilla Musical Ars Sacra de Sevilla.

Misa de Hermanos

Este próximo jueves, 11 de Mayo, celebraremos la Misa de Hermandad de este mes de Mayo.

Será a las 20.30 horas en nuestra Iglesia Hospital de Jesús Nazareno, y estará presidida por nuestro Consiliario el Rvdo. Padre D. José Luis Moreno Modelo.

Evangelio 5° Domingo de Pascua

Lectura del santo evangelio según san Juan (14,1-12)

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«No se turbe vuestro corazón, creed en Dios y creed también en mí. En la casa de mi Padre hay muchas moradas; si no, os lo habría dicho, porque me voy a prepararos un lugar. Cuando vaya y os prepare un lugar, volveré y os llevaré conmigo, para que donde estoy yo estéis también vosotros. Y adonde yo voy, ya sabéis el camino».
Tomás le dice:
«Señor, no sabemos adónde vas, ¿cómo podemos saber el camino?».
Jesús le responde:
«Yo soy el camino y la verdad y la vida. Nadie va al Padre sino por mí. Si me conocierais a mí, conoceríais también a mi Padre. Ahora ya lo conocéis y lo habéis visto».
Felipe le dice:
«Señor, muéstranos al Padre y nos basta».
Jesús le replica:
«Hace tanto que estoy con vosotros, ¿y no me conoces, Felipe? Quien me ha visto a mí ha visto al Padre. ¿Cómo dices tú: “Muéstranos al Padre”? ¿No crees que yo estoy en el Padre, y el Padre en mí? Lo que yo os digo no lo hablo por cuenta propia. El Padre, que permanece en mí, él mismo hace las obras. Creedme: yo estoy en el Padre y el Padre en mí. Si no, creed a las obras.
En verdad, en verdad os digo: el que cree en mí, también él hará las obras que yo hago, y aun mayores, porque yo me voy al Padre».

Palabra del Señor

Para algunos el no va más de su fe se resume en esta frase:”tiene que haber algo”, y ahí se quedan. Otros hablan de un ser supremo, primer arquitecto de todo cuánto somos y vemos, pero ahí paran también el carro. Con eso se creen que creen. Y no digamos nada de los que dan categoría de dios a todo aquello que les produce miedo, o placer…

Quien ha conocido a Jesús, tiene el camino abierto para llegar más, mucho más lejos. En Jesús, Dios se nos ha traducido tanto, que se ha hecho palabra nuestra, se ha venido tan cerca, que podemos escuchar perfectamente el latido de su corazón. Jesús es el rostro humano de Dios. «Quien me ha visto a mí, ha visto al Padre «.

Con Jesús, ya hay camino para conocer a Dios. En Él descubrimos que Dios no es algo impersonal, impreciso, sino Alguien. Que ese Alguien nos ama apasionadamente, como un Padre. Que su Padre quiere, por encima de todo, que seamos felices. Y es tan grande Dios, que en Él cabemos todo; más aún, tenemos cada uno nuestro lugar reservado. Y tan inabarcable, que hay infinitas maneras de conocerlo, de expresarlo; de modo que nadie puede presumir de sabérselo entero. Y es tan padrazo ese Padre, que sale en busca nuestra cada vez que nos perdemos, y ha empeñado hasta el límite cuanto tenía con tal de rescatarnos y ha puesto su mejor abogado para defendernos.

¡Hay camino! No sólo para conocer a Dios, sino para llegar hasta Él, Jesús, clavado en la cruz, con sus brazos extendidos desde la tierra al Padre, se nos ha hecho puente y puerta. Para que ya nadie pueda decir que estamos dejados de la manos de Dios, o que esto no hay quien lo arregle, o que paren el mundo porque quieren bajarse…

Quien piensa, pues, que no hay camino, es que no ha conocido todavía Jesús. Quien piensa que a Dios no le importamos, es que no ha medido todavía el amor que supone entregarnos a su propio Hijo.

Quien piensa, a estas alturas, que es cristiano sólo porque alcanza decir: «tiene que haber algo», es que no ha sido todavía evangelizado, no se ha enterado de la Buena Noticia que nos ha traído Jesús: que Dios es Padre, y que nos ama disparatadamente.

¡Feliz Domingo!

Agradecimientos Cruz de Mayo 2023

Una vez finalizadas todas las tareas de recogida y limpieza de la Cruz de Mayo queremos enviar nuestro más sincero agradecimiento a todos los hermanos que han colaborado con la Cofradía tanto en las labores de montaje y desmontaje, así como a todos los que han realizado algún turno durante los días que ha estado abierta la barra.

Para esta Junta de Gobierno es un placer poder contar con tan buena gente, muy trabajadora, esforzándose para que todo salga perfecto. Han sido varias semanas de duro trabajo, pero nunca ha faltado el buen humor y la predisposición de todos.
También queremos agradecer a todos los vecinos que han colaborado con nosotros, de manera especial a los que nos han prestando sus instalaciones o a los que simplemente han soportado con buena cara los inconvenientes de tener una Cruz de Mayo en su puerta.

A nuestra Congregación de Hermanas Hospitalarias de Jesús Nazareno Franciscanas y al Colegio Jesús Nazareno por su disponibilidad hacia nosotros siempre.

Y por último, a todas las personas que han llenado la Plaza del Padre Cristóbal en estos días y que han colaborado consumiendo en la barra y que han ayudado al éxito de esta Cruz de Mayo.

Muchas gracias a todos y disculpad las molestias que os hayamos podido causar.

GRACIAS, GRACIAS Y GRACIAS

3° Premio Concurso de Cruces

¡¡¡Nuestra Cofradía está de enhorabuena!!!

El jurado del Concurso de Cruces 2023 ha concedido a la Cruz de Nuestra Cofradía con el TERCER PREMIO dentro de la modalidad de Casco Histórico.

¡¡¡Felicidades a todos los hermanos de la Cofradía!!!

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Evangelio IV Domingo de Pascua

Lectura del santo evangelio según san Juan (10,1-10)

En aquel tiempo, dijo Jesús:
«En verdad, en verdad os digo: el que no entra por la puerta en el aprisco de las ovejas, sino que salta por otra parte, ese es ladrón y bandido; pero el que entra por la puerta es pastor de las ovejas. A este le abre el guarda y las ovejas atienden a su voz, y él va llamando por el nombre a sus ovejas y las saca fuera. Cuando ha sacado todas las suyas camina delante de ellas, y las ovejas lo siguen, porque conocen su voz; a un extraño no lo seguirán, sino que huirán de él, porque no conocen la voz de los extraños».
Jesús les puso esta comparación, pero ellos no entendieron de qué les hablaba. Por eso añadió Jesús:
«En verdad, en verdad os digo: yo soy la puerta de las ovejas. Todos los que han venido antes de mí son ladrones y bandidos; pero las ovejas no los escucharon.
Yo soy la puerta: quien entre por mí se salvará y podrá entrar y salir, y encontrará pastos.
El ladrón no entra sino para robar y matar y hacer estragos; yo he venido para que tengan vida y la tengan abundante».

Palabra del Señor

Jesús, a lo largo de su vida, fue dando forma a esa manera nueva de ser «pastor».
Jesús no sólo entra por la puerta, y llama a las ovejas por su nombre, y las saca afuera para que coman, retocen y vivan, sino que Él mismo es la puerta: «Yo soy la puerta de las ovejas». Jesús está reclamando para así el tratamiento que le corresponde: el del señor. Quien crea en Él deberá reconocerlo como su único Señor. El es la puerta, la única puerta. Así absoluto, exclusivo. «El que no entra por la puerta es ladrón y bandido». Todo el que, diciendo que cree en Él, quiere mandar de otra manera, tendrá que vérselas con Jesús.

Ahora bien, Jesús no es una puerta que cierra, sino una puerta que libera. Su apriscos no es una cárcel, sino un refugio para no perecer en la tormenta. No ha venido a condenar a todo el que no entra por el aro, sino a ofrecer la salvación a todos los que quieran. Partidario insobornable de la vida y de la liberación. Abogado más que juez. Amigo y padre: «He venido para que tengan vida»

Hacen falta pastores así. Como Jesús, el Buen Pastor. Para que Él pueda seguir, en ellos, llamando, y entregándose, y salvando. Pastores con su sello inconfundible. Dispuestos a mandar-sirviendo. Dispuesto a dar la vida. Nada de rebajas para hacerlo más fácil. Nada de bajar el listón para que aumente el número. A tope.
Pidamos al Señor, en esta Jornada mundial por las vocaciones, que siga enviando obreros a sus mies que refleje el rostro de tu Hijo el Buen Pastor.
¡Feliz Domingo!

Evangelio 3° Domingo de Pascua

Lectura del santo Evangelio según san Lucas (24,13-35)

Aquel mismo día (el primero de la semana), dos de los discípulos de Jesús iban caminando a una aldea llamada Emaús, distante de Jerusalén unos sesenta estadios; iban conversando entre ellos de todo lo que había sucedido. Mientras conversaban y discutían, Jesús en persona se acercó y se puso a caminar con ellos. Pero sus ojos no eran capaces de reconocerlo.

Él les dijo:

«¿Qué conversación es esa que traéis mientras vais de camino?».

Ellos se detuvieron con aire entristecido, Y uno de ellos, que se llamaba Cleofás, le respondió:

«Eres tú el único forastero en Jerusalén que no sabes lo que ha pasado allí estos días?».

Él les dijo:

«¿Qué?».

Ellos le contestaron:

«Lo de Jesús el Nazareno, que fue un profeta poderoso en obras y palabras, ante Dios y ante todo el pueblo; cómo lo entregaron los sumos sacerdotes y nuestros jefes para que lo condenaran a muerte, y lo crucificaron. Nosotros esperábamos que él iba a liberar a Israel, pero, con todo esto, ya estamos en el tercer día desde que esto sucedió. Es verdad que algunas mujeres de nuestro grupo nos han sobresaltado, pues habiendo ido muy de mañana al sepulcro, y no habiendo encontrado su cuerpo, vinieron diciendo que incluso habían visto una aparición de ángeles, que dicen que está vivo. Algunos de los nuestros fueron también al sepulcro y lo encontraron como habían dicho las mujeres; pero a él no lo vieron».

Entonces él les dijo:

«¡Qué necios y torpes sois para creer lo que dijeron los profetas! ¿No era necesario que el Mesías padeciera esto y entrara así en su gloria?».

Y, comenzando por Moisés y siguiendo por todos los profetas, les explicó lo que se refería a él en todas las Escrituras.

Llegaron cerca de la aldea adonde iban y él simuló que iba a seguir caminando; pero ellos lo apremiaron, diciendo:

«Quédate con nosotros, porque atardece y el día va de caída».

Y entró para quedarse con ellos. Sentado a la mesa con ellos, tomó el pan, pronunció la bendición, lo partió y se lo iba dando. A ellos se les abrieron los ojos y lo reconocieron.

Pero él desapareció de su vista.

Y se dijeron el uno al otro:

«¿No ardía nuestro corazón mientras nos hablaba por el camino y nos explicaba las Escrituras?».

Y, levantándose en aquel momento, se volvieron a Jerusalén, donde encontraron reunidos a los Once con sus compañeros, que estaban diciendo:

«Era verdad, ha resucitado el Señor y se ha aparecido a Simón».

Y ellos contaron lo que les había pasado por el camino y cómo lo habían reconocido al partir el pan.

Palabra del Señor

Parece tan fácil, tan simple.»Se les abrieron los ojos y lo reconocieron». Pero no es nada sencillo. Abrirle los ojos del alma y reconocer al Señor resucitado es el final de un largo camino, el fruto del diálogo difícil que requiere mucho tiempo entre Dios y un hombre libre. Toda una obra de arte, hecha a la medida de cada corazón.

Ocurrió en la fracción del pan. «Sentado a la mesa con ellos, tomo el pan, pronunció la bendición, lo partió y se lo dio». Fue ahí donde lo reconocieron, donde tuvieron la «experiencia» de Jesús resucitado. Pero ese camino arranca de muy atrás.

Unos hombres vienen de vuelta, desanimados y triste. Tan desanimados, que no le han hecho mella los rumores de una aparición de ángeles que decía que Jesús ha resucitado. Tan en lo suyo vienen, que apenas perciben que se le ha juntado un nuevo compañero de camino: Jesús mismo. «Pero sus ojos no eran capaces de reconocerlo». Ver con los ojos del cuerpo es rápido y sencillo, otra cosa es ver con los ojos del corazón. Pero no importa. Jesús ya está ahí, caminando junto a ellos. Ha entrado en sus vidas, y ahora empieza a ver la manera de entrar en su corazón.

Antes que nada, hay que hacer algo para poner en marcha a unos hombres tocados de desaliento. Lo primero, hacerles salir de sí mismo, provocar su desahogo. «¿Qué conversación es esa que tenéis mientras voy de camino?» Hay que romper el cerco de la soledad, tender puentes al diálogo. Y nace una primera corriente de comunicación.

Luego hay que empezar a construir. Lo primero enseñar a ver todo lo sucedido con unos ojos diferente: «empezando por Moisés y siguiendo por los profetas» pero con una clave nueva:»¿No era necesario que el Mesías pareciera esto para entrar en su gloria?».

Andar juntos un trozo de camino, compartir preocupaciones y sentimientos, dejar que la palabra de Dios lo bañe todo con una luz diferente. Falta el último paso: que sus corazones tomen la iniciativa de invitar libremente al forastero para que entre sus vidas:»Quédate con nosotros». A Jesús no le gusta andar por ahí llamando a las puertas, y no suele manifestarse a quien antes no ha tenido el gesto de ofrecer algo de su pobreza.

Ahora sí. La hospitalidad ha hecho posible que haya sobre la mesa una buena hogaza de pan. Y que Jesús, al partirla, pueda al fin hacerse presente, manifestarte, en ese gesto suyo, tan característico…

Largo y difícil, maravilloso camino para todos los que queremos seguir a Jesús. Así es el camino de Emaús, hay que vivir plenamente todas sus etapas sino nunca podremos tener la experiencia del Señor resucitado. Y sin tenerla, ¿cómo podemos ser sus testigos?

¡Feliz Domingo!