Procesión Beato P. Cristóbal de Santa Catalina

Queridos hermanos, el próximo día 12 de febrero, a las 12:00 horas, procesionará la imagen de nuestro querido Beato Cristóbal de Santa Catalina.
Para dicho evento, nuestra Congregación de Hermanas Hospitalarias de Jesús Nazareno Franciscanas, han confiado en nuestra Cofradía a fin de organizar el cortejo de la procesión.

En caso que estéis interesados en formar parte del cortejo, debéis poneros en contacto con el Vocal de Estación de Penitencia, José M. Moreno al teléfono 665 259134.

Comunicado

Nuestra Cofradía se quiere a unir a la Conferencia Episcopal Española y condenar el ataque a varias iglesias de Algeciras, donde han asesinado al Sacristán de la Parroquia de Ntra. Sra. de la Palma y herido gravemente al Párroco de María Auxiliadora.

«Ante los acontecimientos ocurridos en la tarde de hoy en la parroquia Nuestra Señora de las Palma y en la capilla de San Isidro de Algeciras, en el que una persona ha resultado muerta y varias heridas, queremos, en primer lugar, trasladar nuestra cercanía y afecto y el consuelo de la fe a los familiares de las víctimas, a la diócesis de Cádiz y a la sociedad del Campo de Gibraltar.

Expresamos también nuestra más firme condena de toda forma de violencia, que no puede tener lugar en la sociedad en la que vivimos.

Como creyentes, pedimos al Dios de la misericordia y de la paz que llene de esperanza los corazones de las víctimas y sane los heridos, acompañe a la Iglesia y a la sociedad en la búsqueda de la paz y convierta el corazón de las personas violentas.»

Evangelio 3° Domingo del Tiempo Ordinario

Lectura del santo evangelio según san Mateo (4,12-23)

Al enterarse Jesús de que habían arrestado a Juan se retiró a Galilea. Dejando Nazaret se estableció en Cafarnaún, junto al mar, en el territorio de Zabulón y Neftalí, para que se cumpliera lo dicho por medio del profeta Isaías:
«Tierra de Zabulón y tierra de Neftalí,
camino del mar, al otro lado del Jordán,
Galilea de los gentiles.
El pueblo que habitaba en tinieblas
vio una luz grande;
a los que habitaban en tierra y sombras de muerte,
una luz les brilló».
Desde entonces comenzó Jesús a predicar diciendo:
«Convertíos,porque está cerca el reino de los cielos».
Paseando junto al mar de Galilea vio a dos hermanos, a Simón, llamado Pedro, y a Andrés, que estaban echando la red en el mar, pues eran pescadores.
Les dijo:
«Venid en pos de mí y os haré pescadores de hombres».
Inmediatamente dejaron las redes y lo siguieron.
Y pasando adelante vio a otros dos hermanos, a Santiago, hijo de Zebedeo, y a Juan, su hermano, que estaban en la barca repasando las redes con Zebedeo, su padre, y los llamó.
Inmediatamente dejaron la barca y a su padre y lo siguieron.
Jesús recorría toda Galilea enseñando en sus sinagogas, proclamando el evangelio del reino y curando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo.

Palabra del Señor

El Evangelio de hoy nos recuerda el momento en que Jesús comenzó a predicar. El evangelista Mateo nos lo presenta como el momento en que se cumple una antigua profecía de Isaías: “El pueblo que habitaba en tinieblas vio una luz grande”. Y esa luz es Él mismo, es su presencia y su palabra.
Jesús llega como con prisa: apremiando, sacudiendo por el hombro a los soñolientos, a los demasiados tranquilos, a los instalados. Para que quede bien claro, desde el principio, que hay mucha tarea por delante. Que el Reino de Dios no es una fruta silvestre, al alcance de la mano del primero que pasa; sino más bien el final de un largo esfuerzo, donde se han ido amasando, codo a codo, el pequeño sudor del hombre y la gracia vivificante del Señor. Que no hay tiempo que perder. Que hay que poner manos a la obra.
¿Y cuál es la tarea? Nada más y nada menos que esta: «convertíos» Así de claro, así de radical.
Convertíos es tanto como decirnos que nos hemos equivocado de camino, que igual llevamos demasiado tiempo dando vuelta a la noria de nuestro yo, que no podemos seguir acumulando riquezas que terminaran pudriéndose un día en nuestras manos. Que ya está bien de desigualdades y guerras, de pisar al otro, de las mentiras, odios y violencias. Convertirse es cambiar de vida, hacer borrón y cuenta nueva.
Y algo tuvieron que encontrar en Él aquellas gentes sencillas y humildes que le siguieron. Con dudas y vacilaciones, pero le siguieron. Y con prontitud como los discípulos: “y dejando las redes le siguieron”.

He aquí la cuenta nueva: “Proclamar el Evangelio”. Es decir, abrir de par en par el corazón, y dejar que lo refresque la lluvia limpia de la Palabra. Es dejarse conducir, en la niebla, por la mano de Alguien que nos ama. Es fiarse plenamente del Padre: ver con sus ojos, intentar amar con su corazón. Es decirle un ‘sí’ grande, total, como el de sus discípulos a la orilla del lago que dejándolo todo, firmaron un cheque en blanco y le siguieron. Es en definitiva, acercarse a todo hombre e invitarle a formar parte de esta manera tan divina de ver la vida y de cuidar a los hombres, nuestros hermanos.
¿Estamos en ello?
Seguimos orando para que todos seamos uno.
¡Feliz Domingo de la Palabra!

Misa de Hermanos

Mañana sábado, 21 de Enero, celebraremos la primera Misa de Hermandad de este año 2023.
Será a las 18.30 horas en nuestra Iglesia Hospital de Jesús Nazareno y presidida por nuestro Consiliario Rvdo. P. D. José Luis Moreno Modelo.

Descripción del Cartel de Semana Santa de 2023

Ayer se presentó en el centro de convenciones de la Caja Rural el nuevo cartel que anuncia la Semana Santa de Córdoba de 2023. Cómo ya saben, nuestra Titular, María Santísima Nazarena es la protagonista de dicho Cartel.
Aquí le adjuntamos el texto donde el autor describe su trabajo y nos puede ayudar a entender está magnífica obra de arte:

“Se trata de una obra cuyo grafismo y enmarque están influenciados por la estética modernista imperante en Europa a finales del siglo XIX y principios del XX. Algo que se refleja tanto en la tipografía elegida como en los colores usados en ella.

Sin embargo el resto de la composición es extremadamente fiel a mi estilo, con una gran carga figurativa e importantes dosis de realismo y matices que juegan con recursos característicos de las ilustraciones publicitarias e incluso cinematográficas propias del segundo tercio del pasado siglo.

María Stma. Nazarena, de la Hermandad de Ntro. Padre Jesús Nazareno protagoniza la obra, recreándose un recorrido por la pasión de Cristo que se desarrolla inmersa en la propia imagen dolorosa. En el fondo, con un tratamiento de tintas planas, destacan motivos geométricos que recuerdan a las ventanas de la Puerta del Espíritu Santo, uno de los más bellos accesos a la Mezquita Catedral.

Sobre la mano izquierda de la Virgen y recortando su tocado, surge el elemento más significativo de la entrada triunfal en Jerusalén, la Palma. Seguidamente y bajo una luna llena, el fondo tenderá hacia tonos azulados que nos confortarán como a Jesús de la Oración en el Huerto aquella noche en el Monte de los Olivos.

Bajo esta escena la gama de colores se torna rojiza cual sangre derramada, y el martirio se hace latente en el dramático y desgarrador rostro de Ntro. Padre Jesús Humilde en la coronación de espinas de la Hdad. de la Merced, ¡el Rey del Zumbacón!

Justo a su derecha en un plano más lejano y rodeado de una atmósfera de incienso, asoma el perfil del Nazareno de la Cofradía de la Vera-Cruz, el Señor de los Reyes, camino al Monte Calvario, o Lugar de la Calavera, donde Cristo fue crucificado.

Esa escena, la de la crucifixión, se va a representar en la parte inferior derecha, donde según la tradición cristiana en aquel sitio se encontrarían los restos de Adán, justo en el lugar donde Jesús murió.

Sobre el primer pecado se alza la efigie del Santo Cristo de la Universidad, titular de la hermandad estudiantil, en la que sin mostrar su rostro se contempla la tortura y las laceraciones de su cuerpo que reproducen las heridas reflejadas en la Sábana de Turín. Algunas estrellas rodean la imagen envueltas en colores, esta vez con tonos morados y púrpura, símbolo de penitencia, como aquellas estrellas del velo de tinieblas que porta el Santísimo Cristo del Remedio de Ánimas, cuando todo se tornó en tiniebla y oscuridad.

Finalizando este Vía Crucis, aparece un pañuelo en la mano derecha de la Virgen, que a modo de sudario acuna a la imagen del hijo muerto, representado como Ntro. Señor Jesucristo del Santo Sepulcro.

En la parte más alta de la composición destaca la cruz portando el sudario como triunfo de Jesús sobre la muerte y también como símbolo de su Resurrección. En el centro, sobre el texto, el cortejo de nazarenos de la Hdad. de las Angustias alza su Cruz de Guía para anunciar la llegada de la Semana Grande a la ciudad. Sobre ella, una paloma que parece haber escapado del fastuoso manto de las palomas de Ntra. Sra. de los Dolores, se nos presenta coronada y portando una rama de olivo para rememorar la reciente Coronación Canónica de la Virgen de la Paz y Esperanza.

Por último, la mirada de Mª Stma. Nazarena conducirá al espectador, a ustedes, hacia el nombre de la ciudad, hacia Córdoba, que queda acentuada por uno de los característicos clavos florecidos del Crucificado de Ánimas, destacando como centro de todo, como colofón, el corazón traspasado y desgarrado de la Virgen de los Dolores Coronada, símbolo inequívoco e identificativo de la Semana Santa cordobesa.»
José Cabrera Lasso de la Vega

Una vez más, queremos agradecer tanto a la Agrupación como al autor por la elección de nuestra Titular. Gracias.

Evangelio 2° Domingo del Tiempo Ordinario

Lectura del santo evangelio según san Juan (1,29-34)

En aquel tiempo, al ver Juan a Jesús que venía hacia él, exclamó:
«Este es el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo. Este es aquel de quien yo dije: “Tras de mí viene un hombre que está por delante de mí, porque existía antes que yo”. Yo no lo conocía, pero he salido a bautizar con agua, para que sea manifestado a Israel».
Y Juan dio testimonio diciendo:
«He contemplado al Espíritu que bajaba del cielo como una paloma, y se posó sobre él.
Yo no lo conocía, pero el que me envió a bautizar con agua me dijo:
“Aquel sobre quien veas bajar el Espíritu y posarse sobre él, ese es el que bautiza con Espíritu Santo”.
Y yo lo he visto y he dado testimonio de que este es el Hijo de Dios».

Palabra del Señor

El domingo pasado celebramos la fiesta del bautismo del Señor con el que Jesús inicia su misión de anunciar a todos los hombres la Buena noticia de la salvación que trae para todos.

Pero antes que inicie su misión, en el evangelio de este domingo, el Bautista nos hace una presentación de Jesús dándonos su testimonio personal sobre él. Y usa una expresión que conocemos bien, pues la repetimos en cada Eucaristía: «Éste es el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo»

El Bautista intuye el destino de Jesús: un día sería inmolado como aquel cordero, cuya sangre sobre los dinteles de las casas en aquella noche de Pascua en Egipto había librado a sus padres esclavos del Faraón de la masacre del ángel exterminador de la décima plaga, y que con su sangre quitaría a las fuerzas del mal la capacidad de hacer daño. Su sacrificio libraría al hombre del pecado y de la muerte.

Es decir, que el bautista profetiza lo que le ocurrirá a Jesús: tomará sobre sí todas las debilidades, todas las miserias, toda la maldad de los hombres, y con su mansedumbre y con la ofrenda de su vida, las aniquilará.

No se trata de un simple perdón por las meteduras de pata que a menudo cometemos los seres humanos. Sino que introducirá en el mundo un dinamismo nuevo, una fuerza irresistible –su Espíritu– que llevará los hombres al bien y a la vida. Es un cambio radical: el mal, el sufrimiento, el pecado, la muerte ya no tendrán nada que hacer con nosotros, quedaremos definitivamente liberados, como aquella noche pascual en que Israel pudo escapar de tanto dolor y tanta penuria en su esclavitud.

Las palabras del bautista:

“¡He aquí el cordero de Dios!”

Significa que es Jesús, entregado por Dios al mundo para ser sacrificado, como Isaac pero es Jesús quien, libremente y por amor, se entrega al Padre para ser amarrado sobre el altar de la cruz.


¿Y como participamos nosotros de esta gracia que trae el Cordero De Dios? Pues participando en la eucaristía. Al comulgar es como si nos «untáramos» con la sangre de Cristo para que nos defienda, proteja y salve de tantos males como nos acechan, en los que nos metemos, y en los que otros nos meten. Necesitamos que alguien más poderoso que el mal, que el pecado, que la muerte… nos libere de nuestras esclavitudes, nos «marque» (con su propia sangre/vida) para que podamos ponernos en camino hacia la tierra de la libertad, para que seamos realmente hijos De Dios.

Seamos testigos del Cordero, de su entrega y de su amor por cada uno de nosotros. Es lo que Dios quiere que cada hombre, acogiendo su amor y poniéndolo en el centro de su vida, alcance la plena realización de sí mismo, que se haga hijo de Dios.

¡Feliz Domingo!

Maria Santísima Nazarena protagonista de la Semana Santa de Córdoba

Hoy, 14 de enero de 2023, es un día importante en nuestra Cofradía ya que la Agrupación de Cofradías ha presentado el cartel de la Semana Santa de Córdoba.
Y tenemos el placer de comunicar que nuestra Titular, María Santísima Nazarena es la protagonista de dicho cartel.
Se trata de una extraordinaria pintura del reconocido pintor sevillano José Cabrera Lasso.
José Cabrera Lasso de la Vega, nació en Sevilla en 1974, cursó sus estudios en la Escuela de Artes y Oficios Artísticos de Sevilla, siendo uno de los autores más prolíficos y reconocidos de los últimos años. Por citar solo algunos de sus trabajos cuenta en su haber con el Cartel de las Glorias de Sevilla, el cartel de la salida procesional de la Virgen del Carmen de San Leandro (2019); el cartel del I centenario de la coronación de la Divina Pastora de Capuchinos (2021) o algunos del pasado año 2022, como el cartel oficial de la Semana Santa de Alcalá de Guadaíra, la portada del boletín de la Hermandad de la Sentencia de Córdoba, el cartel de la Hermandad de los Muchachos de Utrera o el cartel del Viernes de Dolores de Villanueva del Ariscal. Destacando sobre todos el cartel de la Romería del Rocío de 2022
Desde nuestra Cofradía queremos agradecer a la Agrupación de Hermandades y Cofradías por elegir a Nuestra Titular esta magnífica obra realizada por José Cabrera Lasso de la Vega. Enhorabuena.

Igualá de la Cuadrilla del Beato Padre Cristóbal

El próximo viernes, 13 de enero a las 21:00 h. en la Casa de Hermandad, en la calleja del Rehoyo (plaza de San Agustín) se cita a todos los costaleros que deseen formar parte de la Cuadrilla que portará, el próximo 12 de Febrero, la imagen del Beato Padre Cristobal de Santa Catalina en su Salida Procesional.
Se ruega puntualidad y acudir con calzado negro de salida.

Evangelio Solemnidad del Bautismo de Jesús

Lectura del santo evangelio según san Mateo (3,13-17)

En aquel tiempo, vino Jesús desde Galilea al Jordán y se presentó a Juan para que lo bautizara.
Pero Juan intentaba disuadirlo diciéndole:
«Soy yo el que necesito que tú me bautices, ¿y tú acudes a mí?».
Jesús le contestó:
«Déjalo ahora. Conviene que así cumplamos toda justicia».
Entonces Juan se lo permitió. Apenas se bautizó Jesús, salió del agua; se abrieron los cielos y vio que el Espíritu de Dios bajaba como una paloma y se posaba sobre él.
Y vino una voz de los cielos que decía:
«Este es mi Hijo amado, en quien me complazco».

Palabra del Señor

La Navidad termina hoy con la fiesta del Bautismo del Señor. Jesús, adulto ya, va a comenzar su misión.
Jesús como uno más, se pone a la fila de los pecadores para recibir el bautismo de Juan por el agua del Jordán. Entra en el agua como un hombre más que en ella buscara sepultar sus pecados para salir renovado.
Pero se produce un efecto sorprendente: no es el bautismo el que santifica a Jesús, sino que es Jesús el que santifica el bautismo. Al entrar en él lo ilumina por dentro, lo transforma y se convierte para nosotros el inicio a una vida nueva porque es el Hijo amado De Dios. Es la misma voz del Padre la que nos lo presenta: “Éste es mi Hijo, el amado, mi predilecto”. Es como si dijera Dios: Es el rostro humano, reconocible, de mi amor. Es mi Palabra, hecha pequeña palabra vuestra. Es vuestro hermano, sí, pero también vuestro Señor. Es el resultado, no lo olvidéis, de muchos milagros juntos, es el fruto de un esfuerzo todopoderoso para hacernos comprensibles mis designios. Es vuestra gran oportunidad. El camino definitivo para que nadie se pierda, sino que haya vida abundante para todos.
Vale la pena, amigos, que lo reconozcamos. Que lo escuchemos. Que lo sigamos.
Necesitamos escuchar esta voz, necesitamos poner mirada atenta, oído vigilante a Jesús, a su vida y a su Palabra, pues solo así creceremos y viviremos verdaderamente como hijos de Dios.
¡Renueva hoy tus promesas bautismales! !vive con más pasión y entrega tu bautismo, tu ser hijo y entones, te lo aseguro, serás feliz.

¡Buen Domingo!