Queridos hermanos, ya llegó el Jueves Santo, igual que siempre, pero en este caso tan diferente. En esta ocasión no hay incertidumbre de tiempo, no tenemos los nervios en el estomago para ver si vamos a realizar nuestra estación de penitencia por las calles de Córdoba. Dichas calles no están engalanadas para recibir a nuestros titulares. No podemos hacer testimonio publico de fe, poniéndonos nuestro habito nazareno. Este año no podremos tener el privilegio de ir iluminando el caminar de nuestro Padre Jesús Nazareno y su bendita madre María Santísima Nazarena. En esta ocasión tenemos que realizar una estación de penitencia desde la madurez que a los cofrades nos caracteriza.
En 2019, nos tocó mostrar al pueblo de Córdoba como se puede realizar una estación desde la intimidad de la capilla, el tiempo no quiso que procesionáramos pero nada impidió que estuviéramos junto a nuestros titulares con la solemnidad que ellos se merecen.
En este año como vocal de Estación de Penitencia, quiero pediros que realicéis vuestra estación de penitencia particular. Vamos a estar junto a nuestros titulares, desde la distancia. Vamos a pedirles por la salud que tan necesaria es en estos días, pidámosles por los ancianos de nuestra residencia de Jesús Nazareno, pidámosles por nuestras hermanas de la Congregación. Vamos a rezarles por que todos y cada uno de los hermanos de la Cofradía se encuentren con salud y fuerzas para superar este reto que la vida nos ha mandado. Las procesiones vendrán otra vez, pero los momentos como este, hay que vivirlos con madurez y responsabilidad, así lo viviremos desde nuestra hermandad.
Os animo a que cuando todo esto pase, acercaros a rezar a nuestra capilla, allí estarán nuestros titulares esperando como siempre, ellos se encuentran los 365 días del año dispuestos para escucharnos.
Así mismo quiero que cada uno de nosotros valoremos aun más los regalos que la vida nos da diariamente y a menudo pasan desapercibidos.
Sentiros muy privilegiados y orgullosos de poder ser parte viva de nuestra cofradía, pensemos por un momento la importancia de ser parte de un cortejo sin el cual no sería posible procesionar. Todos y cada uno de nosotros somos esa parte fundamental de nuestra corporación y por ello os damos las gracias a todos los que formáis parte de dicho cortejo.
Me despido de vosotros agradeciendo a todos y a cada uno de los hermanos por formar parte de esta gran familia que es nuestra querida Cofradía. Así mismo pidiendo a nuestros titulares y al Beato Padre Cristóbal de Santa Catalina que rueguen por nosotros, nos cuiden y pronto podamos volver a disfrutar de nuestra fe alrededor de nuestra querida Cofradía.
Recibid un abrazo en Cristo.
José Manuel Moreno Ruiz.