2° día de Triduo en honor a María Santísima Nazarena

Ayer contemplábamos la cruz como señal inequívoca del amor de Dios a los hombres. Hoy la Iglesia contempla a María junto a la cruz de su Hijo. ¿Por que? Porque María es la primera que sufriendo con su Hijo moribundo en la cruz, cooperó de un modo absolutamente especial en la obra del Salvador.
Podemos vivir con paz y serenidad nuestro dolor, es el mensaje de Cristo crucificado y de María dolorosa, pues el dolor habita también en el mundo divino, ha sido asumido en la Encarnación por el mismo Hijo de Dios y compartido con su madre.
Que no se te escape este día sin hacer un alto y contemplar el misterio del dolor y del sufrimiento delante de la cruz…. con mirada de madre.

La presencia de María en la hora de la máxima revelación del amor del Dios a los hombres no es casual, ni solamente un testimonio de su sentimiento maternal, sino que posee una profunda significación teológica. Está allí como la mujer, aquella de cuyo linaje saldría el Salvador del mundo. Por eso, Jesús agonizante, la llama con el nombre de “Mujer”.
María está junto a la cruz, herida profundamente en su corazón de madre, pero
erguida y fuerte en su entrega. Es la primera y más perfecta seguidora del Señor porque, con más intensidad que nadie, toma sobre sí la cruz y la lleva con amor.
Vivamos con alegría y pidamos que Nuestra Señora Nazarena nos
ayude a vivir, como Ella: con amor, fe y fortaleza “de pié, junto a la Cruz de su
Hijo”.

El 2° día de Triduo se podrá seguir en directo a través de YouTube en el siguiente enlace: