
Según recoge el Título II de los actuales Estatutos de la Cofradía (2013), como Asociación pública de fieles es fin principal y específico de la Hermandad promover y propagar el culto público a Nuestro Señor Jesucristo y a su Santísima Madre, especialmente en sus advocaciones de Nuestro Padre Jesús Nazareno y María Santísima Nazarena, conforme al Espíritu del Evangelio y a partir de la doctrina de la Iglesia.
Este fin los desarrolla nuestra Hermandad de un modo muy especial con el culto a las Sagradas Imágenes para la oración de los fieles y devotos. Indudablemente el culto más participado de todos los que mandan los Estatutos de la Hermandad, es su anual Estación de Penitencia a la Santa Iglesia Catedral de Córdoba el Jueves Santo.
También es fin primordial de la Hermandad ayudar a sus hermanos en el crecimiento de su vida cristiana mediante la adecuada formación doctrinal y espiritual, fomentando la vivencia y el testimonio cristiano permanente, respondiendo al carácter fundacional de la Cofradía y procurar suscitar e inspirar a los mismos el sentimiento vivencial, testimonial y penitencial que debe presidir la vida del cristiano, colaborando con una adecuada preparación en la nueva evangelización y animación con sentido cristiano de la sociedad, de sus instituciones y de sus estructuras, para identificarse con Cristo y poder ser testigos de su resurrección.
Y es igualmente fin primordial de la Hermandad siguiendo el ejemplo de Jesús, el ejercicio de la Caridad Cristiana, entendida en su más amplio sentido, como manifestación del Amor, procurando cultivar los vínculos fraternos entre los hermanos, formando una verdadera hermandad, proyectada hacia los demás, especialmente los enfermos y necesitados. Para ello, se desarrolla obras asistenciales y de caridad.
Este fin de la Caridad Cristiana lo lleva fomentando la Cofradía desde su fundación en 1579, y de manera especial con la obra asistencial de la Congregación de Hermanas Hospitalarias de Jesús Nazareno, institución que vinculada a la Cofradía atiende las necesidades básicas en favor de los enfermos y ancianos. Esta manifestación del Amor, se se hace realidad a través del trabajo con la Parroquia, Cáritas y otras instituciones similares de la Iglesia, especialmente en la visita a enfermos y ancianos, tanto en centros asistenciales como en sus domicilios y de manera especial en la Residencia de Jesús Nazareno.
