Oh poderoso Príncipe de la gloria San Rafael, llamado medicina de Dios, salud de los enfermos, luz de los ciegos, guía de caminantes, protector de la limosna, del ayuno y de la oración: por aquella caridad con que acompañaste al joven Tobías, te pedimos, oh glorioso protector, que nos libres de todos los males y peligros, y nos acompañes en la peregrinación de esta vida mortal, para llegar felizmente a puerto de salvación en la eterna.
Hoy Festividad de San Rafael Arcángel, Custodio de Córdoba, te pedimos por la salud de todos los enfermos y muy especialmente por nuestro Hermano Mayor, para que encuentre consuelo en tu divina intercesión e ilumines a todas las personas que están velando por su salud en estos momentos de incertidumbre y desazón.

