En Imágenes: Veneración a María Santísima Nazarena
Función Solemne en Honor a María Santísima Nazarena
Celebramos hoy la fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz. ¡Qué locura! ¡Jesús quiere conquistar a los hombres por la cruz!
El Señor es levantado delante de nuestros ojos para que, al mirarlo, al amarlo, al cuidar de Él, quedemos curados; quiero pensar que, en cada crucificado, el Señor nos atrae hacia Él, para que seamos semejantes a él en ternura, en compasión, en misericordia.
Que luchemos contras todos los que son crucificados hoy a causa del egoísmo y la injusticia de los hombres: hambre, guerras, prostitución, inmigración, trabajo infantil… a los que sufren por la enfermedad y la muerte.
Luchemos contra esas cruces y pongamos en ella el amor, único antídoto que hace retroceder la muerte y el dolor.
La Ceremonia dará comienzo a las 20 horas.
La celebración será retransmitida por el Canal de YouTube de la Cofradía.
3° Día de Triduo en Honor a María Santísima Nazarena
Nuestras relaciones con los demás son un buen indicador para saber cómo son nuestras relaciones con Dios. El amar a Dios conlleva siempre amar a los hermanos, son las dos caras de la misma moneda. Son inseparables, van juntos.
El juicio y la condena al hermano pone de manifiesto que todavía uno no ha experimentado la paternidad de Dios.
A nosotros nos toca amar y perdonar, y a la vez luchar para disipar las tinieblas de nuestros corazones que nos impide ver en el rostro del otro no a un rival o contrincante sino a un hermano a quien cuidar y amar.
No olvides la «viga de tu ojo» y no te escandalice de la «mota en el ojo del vecino»¿Llegaremos hoy al final del día con un juicio o una crítica menos? Por algo se empieza.
La Ceremonia dará comienzo a las 20:30 horas con el Ejercicio del Triduo y posteriormente la Santa Eucaristía.
La celebración será retransmitida por el Canal de YouTube de la Cofradía.
2° Día Triduo en Honor a María Santísima Nazarena
El Evangelio no está hecho a la medida del hombre, sino a medida de Dios. Jesús puede exigir amar hasta la locura, porque El ha sido el único que ha recorrido ese camino hasta el final.
Aunque para nosotros sea todo un logro el amar solo a quienes nos aman, el prestar a los que nos van a devolver lo prestado, no vamos más allá del horizonte estrecho de las relaciones humanas. Y para ese viaje no necesitamos estas alforjas de la fe. Si amamos a nuestros enemigos vivimos del espíritu del mismo Dios, sino juzgamos ni condenamos, atestiguamos así que la gracia habita en nosotros, usar la misericordia con los demás es obrar como Dios, esa es la verdadera perfección.
Hoy celebramos lav festividad del Dulce Nombre de la Virgen María.
Hoy la Eucaristía será preparada y participada por el Grupo Joven de nuestra Cofradía. La Ceremonia dará comienzo a las 20.30 horas con el Ejercicio del Triduo y posteriormente la Santa Eucaristía.
La celebración será retransmitida por el Canal de YouTube de la Cofradía.
1° Día de Triduo en Honor a María Santísima Nazarena
El mundo de los hombres se ha venido abajo; nace el mundo de Dios: le tierra ha sufrido una revolución. ¡Porque no hay ninguna felicidad en ser pobres y jamás los que lloran han pedido seguir llorando! Todo está en contra nuestra, pero son bienaventurados aquellos que comprenden el camino del Resucitado. Ellos se mantienen en pie solamente por su fe en la Palabra que transforma el mundo: como acróbatas, cruzan el abismo, y la Palabra, que es frágil como un hilo a los ojos de los hombres, les permite llegar a la otra orilla.
La bienaventuranza y la salvación son gracia.
¡Qué dicha que Dios mismo nos llame bienaventurados! ¿Tu, te sientes así? o, ¿pesa más en tu vida la malaventuranza?
La Ceremonia dará comienzo a las 20.30 horas con el Ejercicio del Triduo y posteriormente la Santa Eucaristía.
La celebración será retransmitida por el Canal de YouTube de la Cofradía.
Cultos en Honor a María Santísima Nazarena
Solemnes Cultos en honor a Ntra. Sra. de la Soledad
Función Principal en Honor a María Santísima Nazarena
Dios nos muestra su amor perdonándonos nuestros pecados, deudas infinitas que tenemos con Él. Nos ofrece su misericordia para que también nosotros podamos ser misericordiosos con los demás. El perdón es una característica del amor perfecto de Dios a los hombres. Pero Él necesita de nosotros para que su misericordia llegue a la gente. Quiere que nosotros seamos instrumentos de su perdón. Quiere mostrarles a los hombres su perdón a través de nosotros. Cuando nos invita a amar como Él mismo nos ama, también se refiere al perdón. El perdón es la perfección de la caridad. Nos cuesta mucho porque requiere que venzamos nuestro orgullo y que seamos humildes. Pero solamente así podemos ser sus apóstoles y llevar su amor al mundo. Dios nos necesita y nos llama a esta misión maravillosa: ser instrumentos de su amor y de su perdón.
Señor, ¿cuántas veces tengo que perdonar? Con esta respuesta Jesús no nos dice que perdonar sea fácil, sino que es un requisito absolutamente indispensable para nuestra vida. Podríamos decir que es un mandamiento, porque nos dice ¡perdona! De otra forma el corazón se encuentra como una ciudad asediada por el enemigo, la caridad rodeada por el odio y el progreso espiritual sumergido en un pozo profundo.
Por otro lado, no debemos preocuparnos por la correspondencia del otro si hemos hecho lo que estaba de nuestra parte. Cada uno es diverso y, por lo tanto, cada uno dará cuentas a Dios de lo que ha hecho con su vida y con sus acciones.
Nuestro corazón deber ser un castillo donde sólo reine Dios. Él es amor, como dice san Juan en su primera epístola, y como tal aborrece el odio. Si, por el contrario, permitimos entrar al odio en nuestro corazón, Cristo abandonará el sitio que estaba ocupando dentro de nosotros porque no puede ser amigo de quien odia. Por este motivo debemos trabajar en amar en lugar de odiar, comprender en lugar de pensar mal, perdonar en lugar de buscar la venganza.
Odiando, matamos nuestra alma. El deseo de venganza significa que se quiere superar al otro en hacer el mal y esto en vez de sanar la situación la empeora. Pidamos a Cristo la gracia de contar con un corazón como el suyo que sepa amar y perdonar a pesar de las grandes o pequeñas dificultades de la vida.
La Función Principal dará comienzo a las 20 horas y será presidida por nuestro Consiliario, Rvdo. P. D. José Luis Moreno Modelo.
3° Día de Triduo en Honor a María Santísima Nazarena
FESTIVIDAD DE LOS DOLORES DE MARÍA SANTÍSIMA
Casi en el final del relato de la crucifixión y muerte de Jesús, el evangelista vive en primera persona los momentos finales de la vida del Maestro. Es testigo privilegiado de cómo se está cumpliendo lo que de “el Mesías” decían las escrituras: «se repartieron sus ropas y echaron a suerte su túnica».
Jesús es consciente que vive sus últimos momentos, los latigazos, las espinas de la corona, las injurias y los clavos han hecho mella en su estado de salud, la pérdida de sangre ha sido cuantiosa.
La mayoría de sus íntimos han desaparecido, solamente su Madre, la hermana de su Madre y María la Magdalena, junto al discípulo que tanto quería, se encontraban cercanos a la cruz, y en un gesto de entrega total encarga a Juan el cuidado de su madre, convirtiéndolo en su propio hijo y a María la constituye en “Madre de todos los creyentes”.
María vive profundamente todo por lo que está atravesando su hijo, siendo fiel a los designios del Padre, cargando sobre sí los pecados del mundo y entregando su vida por la redención de todos; y ella sufre con intenso dolor la entrega total y sin condiciones que Jesús asume hasta sus últimas consecuencias, angustiada por la impotencia que genera no poder ayudarle, salvo ser testigos de su final.
María acepta con amor total la protección de todo el género humano y como a tal la veneramos como Madre, Reina y Señora de todo lo creado.
La Ceremonia dará comienzo a las 20.30 horas con el Ejercicio del Triduo y posteriormente la Santa Eucaristía, será oficiada por nuestro Consiliario, Rvdo. P. D. José Luis Moreno Modelo.
La Eucaristía será ofrecida por nuestros hermanos Antonio Muñoz y Maria Jesús Almoguera, que celebran sus 50 años de vida en común, guiados y ayudados por Nuestro Padre Jesús Nazareno y María Santísima Nazarena.