3° Día de Triduo en Honor a Ntra. Sra. de la Soledad

3° Día de Triduo en Honor a Ntra. Sra. de la Soledad

Lectura del santo evangelio según san Lucas 20,27-40

En aquel tiempo, se acercaron algunos saduceos, los que dicen que no hay resurrección, y preguntaron a Jesús:
«Maestro, Moisés nos dejó escrito: “Si a uno se le muere su hermano, dejando mujer pero sin hijos, que tome la mujer como esposa y dé descendencia a su hermano». Pues bien, había siete hermanos; el primero se casó y murió sin hijos. El segundo y el tercero se casaron con ella, y así los siete, y murieron todos sin dejar hijos. Por último, también murió la mujer. Cuando llegue la resurrección, ¿de cuál de ellos será la mujer? Porque los siete la tuvieron como mujer».

Jesús les dijo:
«En este mundo los hombres se casan y las mujeres toman esposo, pero los que sean juzgados dignos de tomar parte en el mundo futuro y en la resurrección de entre los muertos no se casarán ni ellas serán dadas en matrimonio. Pues ya no pueden morir, ya que son como ángeles; y son hijos de Dios, porque son hijos de la resurrección.

Y que los muertos resucitan, lo indicó el mismo Moisés en el episodio de la zarza, cuando llama al Señor: “Dios de Abrahán, Dios de Isaac, Dios de Jacob”. No es Dios de muertos, sino de vivos: porque para él todos están vivos».

Intervinieron unos escribas:
«Bien dicho, Maestro».

Y ya no se atrevían a hacerle más preguntas.

Palabra del Señor

Este es el Evangelio correspondiente al sábado de la 33° semana del Tiempo Ordinario, aunque en la celebración litúrgica de esta tarde se celebrará la Festividad de Cristo Rey de la misa dominical para que todos los hermanos y devotos puedan cumplir con el precepto.

La vida eterna es real: Jesús confirma con firmeza que la muerte no es el final, sino un paso hacia la plenitud de la vida con Dios. Esto sostiene nuestra esperanza y da sentido a nuestro caminar, especialmente en medio del dolor y la pérdida.

La resurrección transforma todo: La vida después de la muerte no es una simple continuación de esta, sino una realidad nueva, donde el amor de Dios lo llena todo. Allí no habrá celos, posesiones o estructuras terrenas, porque viviremos en la comunión perfecta con Dios y con los hermanos.

Dios es de los vivos: Jesús recuerda cómo Dios se presenta en la Escritura como “el Dios de Abraham, Isaac y Jacob”. Aunque estos patriarcas habían muerto hacía siglos, para Dios siguen vivos, porque quien se une a Él nunca muere. Nuestra relación con Dios trasciende los límites del tiempo.

Fe que da esperanza: Frente al escepticismo de los saduceos, Jesús nos invita a creer en la resurrección. Esta certeza nos ayuda a vivir con esperanza, a no apegarnos demasiado a lo pasajero, y a poner la mirada en lo eterno, donde está nuestra verdadera patria.

Para nuestra vida: Este evangelio nos anima a vivir con esperanza y a recordar que todo lo que hagamos por amor tiene un valor eterno. No caminamos hacia la nada, sino hacia la vida en plenitud con Dios.

Oración Señor Jesús, gracias porque me recuerdas que eres Dios de vivos y no de muertos. Fortalece mi fe en la resurrección y haz que viva cada día con esperanza, trabajando por tu Reino con el corazón puesto en la eternidad.

Amén.

El 3° día de Triduo dará comienzo a las 20:00 h en la Iglesia Hospital de Jesús Nazareno con el rezo del ejercicio del Triduo y posterior celebración de la Santa Misa presidida por nuestro Consiliario, el Rvdo. Padre D. José Luis Moreno Modelo, en la que queremos tener un recuerdo muy especial por todos los hermanos y familiares difuntos y en especial a los fallecidos a lo largo del último año.

Se aplicará por el eterno descanso de nuestros hermanos:

  • Antonia García Rodríguez
  • Dolores González Moya
  • Rafael Fernández Alcaide
  • Remedios Moreno López
  • José Luis Luque Lama
  • Dolores Escudero
  • Mari Rivera Casado
  • Antonio Torrico Gómez
  • Javier Baena Márquez
  • Ana Palomino Marín
  • Rafael Jiménez Breña
  • Cecilia Rosales Bueno