Esta noche, Viernes de Dolores, a partir de las 21:00 h tendrá lugar el rezo del piadoso ejercicio del Via Crucis presidido por nuestro sagrado titular, Nuestro Padre Jesús Nazareno, por las calles del barrio, con el siguiente recorrido: Plaza del Padre Cristóbal, Jesús Nazareno, Yerbabuena, Buen Suceso, Plaza de Juan Bernier, Arroyo de San Rafael, Plaza de San Lorenzo, Roelas, Plaza de San Rafael, Plaza de Juan Bernier, Buen Suceso, Jesús Nazareno y Plaza del Padre Cristóbal.
Desde las 19:45 h, la Iglesia Hospital de Jesús Nazareno permanecerá abierta al público en general para que puedan visitar a nuestros titulares y puedan asistir al acto de Bendición de los nuevos faroles del paso de Jesús Nazareno.
Recordamos a todos los hermanos que participarán en el Via Crucis, que tendrán que estar a las 20:15 h en la Iglesia Hospital. Se ruega a todos los participantes que acudan las señoras vestidas de negro y los caballeros con traje oscuro y corbata negra.
Hoy, Viernes de Dolores, a las 20 horas en la Iglesia Hospital se celebrará la Bendición y Presentación de los nuevos faroles del paso de Nuestro Padre Jesús Nazareno.
Se adelanta dicho acto, previsto inicialmente para la mañana del Jueves Santo, para que nuestros hermanos y el pueblo de Córdoba puedan disfrutar desde hoy de esta obra de arte, ante la gran espectación generada.
La Bendición la realizará nuestro Consiliario, D. José Luis Moreno Modelo, y las puertas de la Iglesia Hospital se abrirán a las 19.45 horas para que puedan acceder todas las personas que deseen asistir al acto.
Este Viernes, 31 de Marzo, a las 21 horas celebraremos el Rezo del Via Crucis con la imagen de Nuestro Padre Jesús Nazareno por las calles de la Feligresía. Por indicación de la Policía Local de Córdoba, nos hemos visto obligados a cambiar el recorrido del mismo.
El nuevo recorrido, pendiente de decreto, será Plaza del Padre Cristóbal, Jesús Nazareno, Yerbabuena, Buen Suceso, Plaza de Juan Bernier, Arroyo de San Rafael, Plaza de San Lorenzo, Roelas, Plaza de San Rafael, Plaza de Juan Bernier, Buen Suceso, Jesús Nazareno y Plaza del Padre Cristóbal.
Lectura del santo Evangelio según san Juan (11,3-7.17.20-27.33b-45)
En aquel tiempo, las hermanas de Lázaro mandaron recado a Jesús, diciendo: «Señor, tu amigo está enfermo.»
Jesús, al oírlo, dijo: «Esta enfermedad no acabará en la muerte, sino que servirá para la gloria de Dios, para que el Hijo de Dios sea glorificado por ella.»
Jesús amaba a Marta, a su hermana y a Lázaro. Cuando se enteró de que estaba enfermo, se quedó todavía dos días en donde estaba.
Sólo entonces dice a sus discípulos: «Vamos otra vez a Judea.»
Cuando Jesús llegó, Lázaro llevaba ya cuatro días enterrado. Cuando Marta se enteró de que llegaba Jesús, salió a su encuentro, mientras María se quedaba en casa.
Y dijo Marta a Jesús: «Señor, si hubieras estado aquí no habría muerto mi hermano. Pero aún ahora sé que todo lo que pidas a Dios, Dios te lo concederá.»
Jesús le dijo: «Tu hermano resucitará.»
Marta respondió: «Sé que resucitará en la resurrección del último día.»
Jesús le dice: «Yo soy la resurrección y la vida: el que cree en mí, aunque haya muerto, vivirá; y el que está vivo y cree en mí, no morirá para siempre. ¿Crees esto?»
Ella le contestó: «Sí, Señor: yo creo que tú eres el Mesías, el Hijo de Dios, el que tenía que venir al mundo.»
Jesús sollozó y, muy conmovido, preguntó: «¿Dónde lo habéis enterrado?»
Le contestaron: «Señor, ven a verlo.»
Jesús se echó a llorar. Los judíos comentaban: «¡Cómo lo quería!»
Pero algunos dijeron: «Y uno que le ha abierto los ojos a un ciego, ¿no podía haber impedido que muriera éste?»
Jesús, sollozando de nuevo, llega al sepulcro. Era una cavidad cubierta con una losa.
Dice Jesús: «Quitad la losa.»
Marta, la hermana del muerto, le dice: «Señor, ya huele mal, porque lleva cuatro días.»
Jesús le dice: «¿No te he dicho que si crees verás la gloria de Dios?»
Entonces quitaron la losa.
Jesús, levantando los ojos a lo alto, dijo: «Padre, te doy gracias porque me has escuchado; yo sé que tú me escuchas siempre; pero lo digo por la gente que me rodea, para que crean que tú me has enviado.»
Y dicho esto, gritó con voz potente: «Lázaro, ven afuera.»
El muerto salió, los pies y las manos atados con vendas, y la cara envuelta en un sudario.
Jesús les dijo: «Desatadlo y dejadlo andar.»
Y muchos judíos que habían venido a casa de María, al ver lo que había hecho Jesús, creyeron en él.
Palabra del Señor
Este Jesús no tiene arreglo. Su empeño de tirar de nosotros hacia arriba, lo va poniendo todo en solfa. Nos va despegando, desinstalando. Unas veces la toma con el pan, otras con el agua y la sed, con la luz y la ceguera. Lo va a relativizando todo. Y a pesar de nuestra comodidad de querer ver las cosas como siempre, Jesús, con infinita paciencia, sigue despertando nuestra sed, nuestra hambre y nuestras ganas de verlo todo con otra óptica, desde un horizonte más amplio.
Hoy le toca el turno a la vida. Es el paso más atrevido. Para conseguir que nos cuestionemos la vida, nada mejor que empezar demostrándonos que tiene poder sobre ella. Para una arriesgada catequesis como ésta, todo un milagrazo: hacer que un muerto de cuatros días vuelva a la vida. Todo planeado minuciosamente: las personas, las distancias, los encuentros, cada palabra. Con un final impresionante:
«¡Lázaro, ven fuera!». Y Lázaro ahí, vivo.
La catequesis está servida. Una catequesis en la que Jesús nos va ayudando, primero en Marta, luego en María, a subir peldaño a peldaño, desde el desaliento a la esperanza, desde la ceguera a la luz. Y en la que, como de paso, va dejando caer conceptos cuyo significado profundo no alcanzamos todavía comprender: «tu hermano resucitara». «Yo soy la resurrección y la vida». «El que está vivo y cree en mí, no morirá para siempre».
Nos resulta difícil dar el salto de la fe: creer que este pobre cuerpo al que vemos desmoronarse, que esta pobre vida que tenemos tan mezclada con muerte, van a brillar un día sin sombra alguna de tristeza, sin límite alguno de tiempo.
Un día lo comprenderemos todo: el día en que Él, rota las cadenas de la muerte, haga su entrada solemne en la Vida. Una vida ya sin asomos de muerte, ni de tristeza; sin el pellizco de pensar que algún día pueda escapársenos de las manos tanta dicha.¡Gracias, Lázaro! Porque aunque sabemos que volviste a morir, tu pequeña victoria de hoy nos prepara al paladar para saborear, cuando llegue el gran momento, la victoria definitiva de Jesús sobre la muerte. Nos ayuda a descubrir que, para nosotros también, la muerte tiene ya dos puertas: una de entrada y otra de salida. Y eso la hace menos terrible. Definitivamente menos terrible. En esta Vida creemos, hacia esa Vida caminamos. Esa certeza es la que nos mantiene en pie la esperanza mientras seguimos -mortales todavía- a este lado de la vida.
La Gerencia Municipal de Urbanismo de Córdoba ha aprobado este miércoles rotular la calle que está situada entre la calle Puerta de Plasencia y la calle Álvaro Paulo con el nombre de Pasaje Andrés Valverde Luján, en recuerdo de nuestro hermano que falleció en abril de 2020.
Un auténtico ejercicio de justicia poética con una figura esencial de nuestra Cofradía y de la Semana Santa de la Córdoba contemporánea.
Nuestro hermano Andrés Valverde Luján nació en Córdoba el 16 de julio de 1936 en el seno de una familia de artesanos y tallistas, ingresó en el taller familiar a los 12 años de edad para comenzar su aprendizaje con su padre, Rafael Valverde Toscano, gran maestro tallista de reconocido prestigio, a la vez que compaginaba sus estudios en la Escuela de Artes y Oficios. No fue hasta la década de los 60 cuando pasó a establecerse por su cuenta, montando un taller dedicado a la carpintería artesanal.
En los años 70, con motivo del resurgir de las cofradías en Córdoba, comienza su faceta más conocida en el mundo cofrade. Multitud de pasos y tronos llevan su magistral firma, tanto en la capital cordobesa como en muchos lugares de la geografía española, aunque caben destacar los trabajos realizados en Córdoba capital en el paso del Señor de la Caridad, al Stmo. Cristo de la Misericordia y sobre todo el gran trabajo desarrollado en los pasos de María Santísima Nazarena y Nuestro Padre Jesús Nazareno, su cofradía.
Como Hermano Mayor del Nazareno desarrolló una labor incansable al frente de la misma.
Desde el año 1978 hasta el año 1995, varias fueron las épocas en la que fue elegido Hermano Mayor y durante los cuales hizo crecer tanto en nómina de hermanos como en extenso y rico patrimonio. De sus expertas manos son todos los diseños y trabajos realizados durante esa época.
Además de los pasos de los Titulares de nuestra Cofradía, la cruz de guía, ciriales, varas de acompañamiento, Corona de María Santísima Nazarena, entre otros llevan su magistral firma. Toda la labor para las cofradías cordobesas hizo que le reconociesen con el título de «Cofrade Ejemplar» de la Agrupación de Hermandades y Cofradías de Córdoba, en el año 2007.
Para esta Junta de Gobierno es un honor y orgullo que nuestro hermano tenga el reconocimiento que se merece.
Lectura del santo evangelio según san Juan (9,1.6-9.13-17.34-38)
En aquel tiempo, al pasar Jesús vio a un hombre ciego de nacimiento. Y escupió en tierra, hizo barro con la saliva, se lo untó en los ojos al ciego y le dijo: «Ve a lavarte a la piscina de Siloé (que significa Enviado).»
Él fue, se lavó, y volvió con vista. Y los vecinos y los que antes solían verlo pedir limosna preguntaban: «¿No es ése el que se sentaba a pedir?»
Unos decían: «El mismo.»
Otros decían: «No es él, pero se le parece.»
Él respondía: «Soy yo.»
Llevaron ante los fariseos al que había sido ciego. Era sábado el día que Jesús hizo barro y le abrió los ojos. También los fariseos le preguntaban cómo había adquirido la vista.
Él les contestó: «Me puso barro en los ojos, me lavé, y veo.»
Algunos de los fariseos comentaban: «Este hombre no viene de Dios, porque no guarda el sábado.»
Otros replicaban: «¿Cómo puede un pecador hacer semejantes signos?»
Y estaban divididos. Y volvieron a preguntarle al ciego: «Y tú, ¿qué dices del que te ha abierto los ojos?»
Él contestó: «Que es un profeta.»
Le replicaron: «Empecatado naciste tú de pies a cabeza, ¿y nos vas a dar lecciones a nosotros?»
Y lo expulsaron.
Oyó Jesús que lo habían expulsado, lo encontró y le dijo: «¿Crees tú en el Hijo del hombre?»
Él contestó: «¿Y quién es, Señor, para que crea en él?»
Jesús le dijo: «Lo estás viendo: el que te está hablando, ése es.»
Él dijo: «Creo, Señor.» Y se postró ante él.
Palabra del Señor
Hay muchas clases de ceguera. Está la clásica del bastón y las gafas oscuras. Pero hay otras muchas cegueras ocultas, camufladas, difícilmente identificables etc… sobre éstas nos llama hoy la atención la Palabra de Dios: la ceguera del corazón.
Hay mucha gente que ve, sí, pero se queda en la superficie de las cosas, no llega a descubrir que hay otras luces: como la de comprender lo que hay en el fondo de cada mirada, o la de reconocer los propios errores, o la del amor, o la de la fe.
Al abrirse sus ojos, este ciego pronto comprendió que aquella no era, todavía la luz, la verdadera y definitiva luz.
Cristo viene a librar de la ceguera de la noche. «Yo soy la luz del mundo». Limpia el ciego de nacimiento los ojos del cuerpo, para que vea; y hasta le abre los del alma, para que crea. Y quiere que sus seguidores pasemos decididamente de la muerte a la vida, de las tinieblas a la luz. Más aún: que acabemos convirtiéndonos en luz. En otro tiempo eres tiniebla, ahora sois luz en el Señor.
Caminamos como hijos de la luz. Este evangelio nos puede ayudar a descubrir lo que es realmente la cuaresma para un cristiano: tiempo para mirar hacia dentro, para revisar y rectificar, para conocer nuestra ceguera y acudir a Jesús para que nos la cure. Para dar el paso -Pascua- de dejar atrás la noche y hacernos hijos de la luz. Para ser ya, definitivamente, testigos, misioneros de la luz.
La Junta de Gobierno de esta Real e Ilustre Cofradía se complace en comunicar que este Jueves Santo el Paso de Ntro. Padre Jesús Nazareno estrenará cuatro faroles que le darán luz a nuestro Titular.
Los faroles han sido realizados por nuestro hermano D. Manuel Valverde Serrano, basándose en el proyecto que realizara su padre, nuestro hermano D. Andrés Valverde Luján, en la década de los 90.
Los faroles serán presentados y bendecidos en la mañana del Jueves Santo en nuestra Iglesia Hospital.
Lectura del santo evangelio según san Juan (4,5-42)
En aquel tiempo, llegó Jesús a un pueblo de Samaria llamado Sicar, cerca del campo que dio Jacob a su hijo José; allí estaba el manantial de Jacob. Jesús, cansado del camino, estaba allí sentado junto al manantial. Era alrededor del mediodía. Llega una mujer de Samaria a sacar agua, y Jesús le dice: «Dame de beber.» Sus discípulos se habían ido al pueblo a comprar comida. La samaritana le dice: «¿Cómo tú, siendo judío, me pides de beber a mí, que soy samaritana?» Porque los judíos no se tratan con los samaritanos. Jesús le contestó: «Si conocieras el don de Dios y quién es el que te pide de beber, le pedirías tú, y él te daría agua viva.» La mujer le dice: «Señor, si no tienes cubo, y el pozo es hondo, ¿de dónde sacas agua viva?; ¿eres tú más que nuestro padre Jacob, que nos dio este pozo, y de él bebieron él y sus hijos y sus ganados?» Jesús le contestó: «El que bebe de esta agua vuelve a tener sed; pero el que beba del agua que yo le daré nunca más tendrá sed: el agua que yo le daré se convertirá dentro de él en un surtidor de agua que salta hasta la vida eterna.» La mujer le dice: «Señor, dame de esa agua así no tendré más sed ni tendré que venir aquí a sacarla.» Él le dice: «Anda, llama a tu marido y vuelve.» La mujer le contesta: «No tengo marido». Jesús le dice: «Tienes razón que no tienes marido; has tenido ya cinco y el de ahora no es tu marido. En eso has dicho la verdad.» La mujer le dijo: «Señor, veo que tú eres un profeta. Nuestros padres dieron culto en este monte, y vosotros decís que el sitio donde se debe dar culto está en Jerusalén.» Jesús le dice: «Créeme, mujer: se acerca la hora en que ni en este monte ni en Jerusalén daréis culto al Padre. Vosotros dais culto a uno que no conocéis; nosotros adoramos a uno que conocemos, porque la salvación viene de los judíos. Pero se acerca la hora, ya está aquí, en que los que quieran dar culto verdadero adorarán al Padre en espíritu y verdad, porque el Padre desea que le den culto así Dios es espíritu, y los que le dan culto deben hacerlo en espíritu y verdad.» La mujer le dice: «Sé que va a venir el Mesías, el Cristo; cuando venga, él nos lo dirá todo.» Jesús le dice: «Soy yo, el que habla contigo.» En aquel pueblo muchos creyeron en él. Así, cuando llegaron a verlo los samaritanos, le rogaban que se quedara con ellos. Y se quedó allí dos días. Todavía creyeron muchos más por su predicación, y decían a la mujer: «Ya no creemos por lo que tú dices; nosotros mismos lo hemos oído y sabemos que él es de verdad el Salvador del mundo.»
Palabra del Señor
Es la sed, la que reúne junto al pozo, a Jesús y la mujer Samaritana, es el cansancio y la sed, con la que el Señor Jesús se hace el encontradizo: “dame de beber”, rompiendo así con la norma social, de no hablar con una mujer a solas en la calle. La mujer sorprendida le responde: “¿Cómo tú, siendo judío, me pides de beber a mí, que soy samaritana?”. Y en este momento, empieza el Señor Jesús a acompañar a esta mujer a realizar el viaje a lo más profundo de su ser y a encontrarse con la verdad de su vida con estas palabras: “Si conocieras el don de Dios y quién es el que te dice dame de beber, le pedirías tú y él te daría agua viva”. Y así el Señor, nos hace caminar en la verdad de la vida y en descubrir que el verdadero culto a Dios se entabla en el corazón del hombre. Eso es lo que ha hecho con la samaritana, enseñarle a vivir su vida desde el interior, a caminar en la verdad y desde lo más profundo de su ser a alabar a Dios, a reconocerlo presente en su vida y a anunciarlo a los demás. Esta dicha, este encuentro con la vida hay que anunciarlo, hay que compartirlo con todos los que nos rodean.
De hoy en adelante en casi todas las iglesias de España no se celebrará la eucaristía. Desde casa tenemos que seguir alimentando nuestra fe y seguir descubriendo al Señor allí donde está en lo más profundo de tu corazón.
El próximo domingo día 19 de marzo, a partir de las 10.30 horas, la Cofradía organiza un Retiro-Convivencia para todos los hermanos que deseen participar a fin de prepararnos espiritualmente durante este importante tiempo litúrgico, antesala de la Semana Santa y de la Pascua de Resurrección.
Tiene como lema:
“Debemos dejarnos conducir por Él a un lugar desierto y elevado, distanciándonos de las mediocridades y de las vanidades”.
El mismo tendrá lugar en la Casa de Espiritualidad de Betania de Jesús Nazareno. Estará dirigido por nuestro Consiliario, el Rvdo. Padre D. José Luis Moreno Modelo y contará con la participación de nuestro hermano D. Fermín Pérez Martínez.
Programa del Retiro-Convivencia
10:30 h. Acogida
11:00 h. Rezo Hora Intermedia
11:15 h. Reflexión a cargo del consiliario
11:45 h. Descanso
12:00 h. Exposición del Santísimo y oración personal
12:30 h. Bendición y reserva
DESCANSO
12:45 h. Plática: “350 años con el Padre Cristóbal” a cargo de N.H.D. Fermín Pérez Martínez
13:15 h. Descanso
13:30 h. Santa Misa
14:15 h. Almuerzo compartido
Desde aquí animamos a todos nuestros hermanos que participen de este encuentro tan importante.
Cada participante llevará su comida y bebida y habrá un servicio de animación y guardería para los más pequeños durante las charlas.
Por motivos organizativos para la Estación de Penitencia del próximo Jueves Santo, se suspende la apertura de los viernes por la tarde de nuestra Iglesia Hospital hasta nuevo aviso.