Evangelio 17° Domingo del Tiempo Ordinario

Lectura del santo evangelio según san Mateo (13,44-52):

En aquel tiempo, dijo Jesús a la gente: «El reino de los cielos se parece a un tesoro escondido en el campo: el que lo encuentra lo vuelve a esconder y, lleno de alegría, va a vender todo lo que tiene y compra el campo.

El reino de los cielos se parece también a un comerciante en perlas finas que, al encontrar una de gran valor, se va a vender todo lo que tiene y la compra. El reino de los cielos se parece también a la red que echan en el mar y recoge toda clase de peces: cuando está llena, la arrastran a la orilla, se sientan, y reúnen los buenos en cestos y los malos los tiran. Lo mismo sucederá al final del tiempo: saldrán los ángeles, separarán a los malos de los buenos y los echarán al horno encendido. Allí será el llanto y el rechinar de dientes. ¿Entendéis bien todo esto?»

Ellos le contestaron: «Sí.»

Él les dijo: «Ya veis, un escriba que entiende del reino de los cielos es como un padre de familia que va sacando del arca lo nuevo y lo antiguo.»

Palabra del Señor

Encontrar el reino de Dios es algo así como volverse loco, sí. O, lo que es lo mismo, es algo parecido a enamorarse. Es tropezarse en la vida con algo que, de pronto, nos pone patas arriba nuestra escala de valores, nos rompe de un plumazo todos los esquemas. Y empezamos hacer cosas extrañas: como reír sin motivo aparente, perder el sentido del tiempo y del espacio, dejar de interesarnos por cosas que ante nos obsesionaban, vibrar ante pequeñeces que a otros resultan ridículas…

El criado descubre un valioso tesoro cuando trabaja en el campo. Un anticuario encuentra la piedra preciosa que no esperaba. ¡Ambos arriesgan todo para hacerse con maravilla semejante!
¡La pasión induce a cometer locuras! Sólo podemos hablar del Reino en términos de seducción; no se puede ser discípulo a menor precio: el Reino no acepta los términos medios.

Son acontecimientos inesperados; la vida da muchas vueltas, y los dos hombres intentan vender todo lo que poseen para adquirir lo que no tiene precio.

¡Arriesgarlo todo! Jesús tenía razón: sólo se arriesga la vida cuando se ha descubierto un verdadero rostro. Hacemos locuras cuando estamos dominados por una verdadera pasión. Pero ¿tiene nuestra fe algo que ver con el amor y la locura? «Ve, vende lo que tienes». Arriesga tu vida, pues el tesoro, desde luego, es la salvación, el amor, la pasión que Dios siente por nosotros.

¿Harías tú lo mismo por el Reino? Si es así, eres un verdadero discípulo.

¡Feliz Domingo!

Ha fallecido nuestra Hna. Josefa Buzón Ávila

Esta mañana hemos recibido la triste noticia del fallecimiento de nuestra hermana Dña. Josefa Buzón Ávila a los 86 años de edad.

Pepa, como era conocida en la Cofradía, fue una persona muy querida por todos. Hermana desde la década de los 80, siempre estuvo al lado de su marido Luis Fernández e su hija Mª Ángeles, que participaron en Juntas de Gobierno en varios mandatos.

Ella siempre ha sido una enamorada de Jesús Nazareno y su Bendita Madre Nazarena, estando dispuesta a trabajar y ayudar en lo que hiciera falta, destacando su cercanía, cariño y sentido del humor.

Esta Junta de Gobierno, encabezada por su Hermano Mayor, quiere trasladar a la familia, y muy especialmente a Luis y Mª Ángeles, nuestro más sentido pésame, haciéndoles llegar todo nuestro cariño y cercanía en estos momentos difíciles, agradeciendo al Señor de San Agustín por cada uno de los años que nos ha permitido compartir con Pepa.

Se encuentran en el Tanatorio de El Granadal, Sala Dalí. El entierro será mañana a las 11.00 hrs. en la Parroquia de San Juan de Ávila (c/ Sagunto).

Rogamos al Beato Padre Cristóbal de Santa Catalina y a María Santísima Nazarena que intercedan ante Jesús Nazareno, para que el Señor la acoja en su Gloria y le dé el descanso eterno.

Evangelio Festividad del Beato Padre Cristóbal de San Catalina

Lectura del santo Evangelio según san Mateo (12,38-42)

En aquel tiempo, algunos de los escribas y fariseos dijeron a Jesús: «Maestro, queremos ver un signo tuyo.»

Él les contestó: «Esta generación perversa y adúltera exige un signo; pero no se le dará más signo que el del profeta Jonás. Tres días y tres noches estuvo Jonás en el vientre del cetáceo; pues tres días y tres noches estará el Hijo del hombre en el seno de la tierra. Cuando juzguen a esta generación, los hombres de Nínive se alzarán y harán que la condenen, porque ellos se convirtieron con la predicación de Jonás, y aquí hay uno que es más que Jonás. Cuando juzguen a esta generación, la reina del Sur se levantará y hará que la condenen, porque ella vino desde los confines de la tierra, para escuchar la sabiduría de Salomón, y aquí hay uno que es más que Salomón.»

Palabra del Señor

Cuánta razón tiene el dicho: no hay peor ciego que el que no quiere ver.

Los que fueron capaces de ver la mano de Dios en Jonás y en Salomón, los escribas y fariseos, no ven el gran signo de Jesús que es más que Jonás y más que Salomón.

Y el signo-Jesús no es otro que el tomar sobre sí el yugo de los hombres, sus enfermedades y sus miserias. No hay otro signo que un hombre que se hace cargo de la dura realidad de la condición humana, un hombre que muere.

¿Sientes el alivio, el consuelo, la presencia de Dios en tu vida? No hay otro nombre bajo el cielo que pueda salvarnos. No te canses de alabar y bendecir al que murió por amor a ti.

¡Feliz día del Beato Cristóbal de Santa Catalina!

Evangelio 16° Domingo del Tiempo Ordinario

Lectura del santo evangelio según san Mateo (13,24-43)

En aquel tiempo, Jesús propuso otra parábola a la gente: «El reino de los cielos se parece a un hombre que sembró buena semilla en su campo; pero, mientras la gente dormía, su enemigo fue y sembró cizaña en medio del trigo y se marchó. Cuando empezaba a verdear y se formaba la espiga apareció también la cizaña. Entonces fueron los criados a decirle al amo: «Señor, ¿no sembraste buena semilla en tu campo? ¿De dónde sale la cizaña?» Él les dijo: «Un enemigo lo ha hecho.» Los criados le preguntaron: «¿Quieres que vayamos a arrancarla?» Pero él les respondió: «No, que, al arrancar la cizaña, podríais arrancar también el trigo. Dejadlos crecer juntos hasta la siega y, cuando llegue la siega, diré a los segadores: Arrancad primero la cizaña y atadla en gavillas para quemarla, y el trigo almacenadlo en mi granero.»»

Les propuso esta otra parábola: «El reino de los cielos se parece a un grano de mostaza que uno siembra en su huerta; aunque es la más pequeña de las semillas, cuando crece es más alta que las hortalizas; se hace un arbusto más alto que las hortalizas y vienen los pájaros a anidar en sus ramas.»

Les dijo otra parábola: «El reino de los cielos se parece a la levadura; una mujer la amasa con tres medidas de harina y basta para que todo fermente.»

Jesús expuso todo esto a la gente en parábolas y sin parábolas no les exponía nada. Así se cumplió el oráculo del profeta: «Abriré mi boca diciendo parábolas; anunciaré los secretos desde la fundación del mundo.»

Luego dejó a la gente y se fue a casa. Los discípulos se le acercaron a decirle:

«Acláranos la parábola de la cizaña en el campo.»

Él les contestó: «El que siembra la buena semilla es el Hijo del Hombre; el campo es el mundo; la buena semilla son los ciudadanos del reino; la cizaña son los partidarios del maligno; el enemigo que la siembra es el diablo; la cosecha es el fin del tiempo, y los segadores los ángeles. Lo mismo que se arranca la cizaña y se quema, así será el fin del tiempo: el Hijo del Hombre enviará sus ángeles y arrancarán de su reino a todos los corruptos y malvados y los arrojarán al horno encendido; allí será el llanto y el rechinar de dientes. Entonces los justos brillarán como el sol en el reino de su padre. El que tenga oídos, que oiga.»

Palabra del Señor

En este domingo se proclama el Evangelio de la parábola del trigo y la cizaña. Es una parábola que nos habla de la paciencia de Dios para con nosotros.

Trigo y cizaña crecen en nuestro corazón – en el de todos y en el de cada uno -, uno al lado del otro.

Trigo y cizaña crecen juntos, allí donde hay hombres y mujeres, sea cual sea su edad, su condición social, su situación económica, su desarrollo intelectual, sus creencias religiosas.

Constantemente escuchamos la llamada a llevar nuestra vida por el camino del bien, y también la tentación del mal, que aparece incluso, muchas veces, escondida bajo una apariencia de bien. Esta es una realidad de la que no podemos escaparnos, por mucho que lo queramos y por mucho esfuerzo que hagamos.

Pero Dios es infinitamente paciente con nosotros, porque nos ama. Permite que la cizaña crezca junto al trigo, que el mal y el bien convivan hasta el tiempo de la siega, porque no quiere que ni un solo grano de trigo se pierda, enredado en la mala hierba. Conoce nuestras limitaciones y sabe que necesitamos tiempo y esfuerzo para afianzarnos en el bien; por eso permite que éste transcurra sin afanes, y que ponga a cada uno en el lugar que le corresponde.
Con esta parábola, el Maestro nos enseña a ser prudentes, vigilantes y atentos, operadores del bien pero no fanáticos justicieros.

La yerba de la que se habla se refiere al actuar humano, y el hombre cualquiera que sea su situación moral sigue siendo la creatura que está en el corazón de Dios, hasta el punto que por amor a nosotros, enfermos en el espíritu, el Hijo de Dios se ha encarnado y ha dado la vida.

Aprendamos de Dios y de su infinita paciencia y sabiduría que nos invita a vivir juntos el trigo y la cizaña, y no caigamos en la tentación de pensar que la solución está en arrancar la cizaña de cuajo, pues las prisas y las urgencias «purificadoras» terminarían arrancando parte del trigo al querer arrancar la cizaña.

¿Cómo armonizas y convives con tu trigo y tu cizaña? ¿Con el trigo y la cizaña de los demás? ¿Dónde está tu paciencia?

¡Feliz Domingo!

Festividad Beato Cristóbal de Santa Catalina

Nuestra Real e Ilustre Cofradía quiere comunicar que se ha suspendido el Triduo en honor del Beato P. Cristóbal.
Si se mantiene la celebración de la Santa Misa en el día de su festividad. La cual será el próximo lunes, 24 de Julio, a las 11:00 hrs, en la Capilla de las HH. HH. de Jesús Nazareno, el acceso será por la puerta de la Residencia.

Todos los hermanos de nuestra Cofradía están invitados a celebrar este día tan importante junto a nuestra Congregación de Hermanas Hospitalarias de Jesús Nazareno.

Evangelio 15° Domingo del Tiempo Ordinario

Lectura del santo evangelio según san Mateo (13,1-23)

Aquel día, salió Jesús de casa y se sentó junto al lago. Y acudió a él tanta gente que tuvo que subirse a una barca; se sentó, y la gente se quedó de pie en la orilla.
Les habló mucho rato en parábolas: «Salió el sembrador a sembrar. Al sembrar, un poco cayó al borde del camino; vinieron los pájaros y se lo comieron. Otro poco cayó en terreno pedregoso, donde apenas tenía tierra, y, como la tierra no era profunda, brotó en seguida; pero, en cuanto salió el sol, se abrasó y por falta de raíz se secó. Otro poco cayó entre zarzas, que crecieron y lo ahogaron. El resto cayó en tierra buena y dio grano: unos, ciento; otros, sesenta; otros, treinta. El que tenga oídos que oiga.»

Palabra del Señor

La parábola del sembrador evoca el encuentro del grano con la tierra, es decir, de la Palabra divina con el corazón del hombre. Y de tal encuentro, deberíamos esperar una abundante cosecha, pero no es así. De los seis versículos de la parábola ¡cuatro hablan de fracaso! Ha sido mucha la semilla de la Palabra que no ha dado fruto en el corazón del hombre.

¿Cómo es posible que nuestra Iglesia, nuestro mundo, nuestro corazón, nuestra tierra sembrada durante siglos por la Palabra de Dios sepa aún al egoísmo que marchita el amor; al odio y el orgullo que ahogan a la justicia? ¿Por qué somos los cristianos aún como la roca de fríos y de duros, cuando el Evangelio ha llenado con su semilla nuestros corazones?

La semilla necesita acogida, la semilla necesita tierra abonada, pero Dios no se cansa y como buen Padre insiste a tiempo y a destiempo. Dios confía su simiente a la tierra y espera que los rigores del invierno y las intempestivas lluvias puedan arreciar para que el grano bien hundido en el surco germine sin la menor duda. Y Dios se alegra ya de la buena cosecha en muchos de los corazones de sus hijos.

Pregúntate hoy; ¿La Palabra ha cambiado mi vida?

¡Feliz Domingo!

Evangelio 14° Domingo del Tiempo Ordinario

Lectura del santo evangelio según san Mateo (11,25-30)

En aquel tiempo, exclamó Jesús: «Te doy gracias, Padre, Señor de cielo y tierra, porque has escondido estas cosas a los sabios y entendidos y se las has revelado a la gente sencilla. Sí, Padre, así te ha parecido mejor. Todo me lo ha entregado mi Padre, y nadie conoce al Hijo más que el Padre, y nadie conoce al Padre sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar. Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados, y yo os aliviaré. Cargad con mi yugo y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y encontraréis vuestro descanso. Porque mi yugo es llevadero y mi carga ligera.»

Palabra del Señor

Hoy Jesús ora en voz alta al Padre con esta preciosa bendición: «Te alabo, Padre, Señor del cielo y tierra, porque has escondido estas cosas a los sabios y entendidos y se la has dado a conocer a los sencillos».
Jesús no bendice al Padre en primer lugar por haber escondido estas cosas a los sabios del mundo sino antes que nada porque las ha «dado a conocer a los sencillos».

Jesús sabe que solo un corazón de niño puede acceder al amor verdadero, a la fe. Solo un corazón sin doblez, trasparente, puede reconocer a Dios Padre en el rostro de Jesucristo. Solo la sencillez es la sabiduría necesaria para ser discípulo y poder conocer los secretos del Reino. Solo el hombre sencillo ha entendido la humildad de nuestro Dios que se abaja para enseñarnos a recorrer el único camino que lleva a la vida, el del anonadamiento, el del servicio a todos, en definitiva, el dar la vida por los demás.

Esta es la sabiduría del discípulo, una vida entregada, un corazón sencillo y una palabra transparente. Así nos quiere Dios.

¡Feliz Domingo!

Apertura Iglesia Hospital de Jesús Nazareno durante el Verano

A partir del próximo viernes día 7 de Julio la Iglesia Hospital de Jesús Nazareno abrirá sus puertas todos los viernes de los meses de Julio y Agosto en horario de 10.30 a 12.30 horas, para que todos los hermanos y devotos que lo deseen puedan visitar y rezar ante Nuestro Padre Jesús Nazareno y su bendita madre, María Santísima Nazarena.

Evangelio 13° Domingo de Tiempo Ordinario

Lectura del santo evangelio según san Mateo (10,37-42)

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus apóstoles: «El que quiere a su padre o a su madre más que a mí no es digno de mí; el que quiere a su hijo o a su hija más que a mí no es digno de mí; y el que no coge su cruz y me sigue no es digno de mí. El que encuentre su vida la perderá, y el que pierda su vida por mí la encontrará. El que os recibe a vosotros me recibe a mí, y el que me recibe, recibe al que me ha enviado; el que recibe a un profeta porque es profeta tendrá paga de profeta; y el que recibe a un justo porque es justo tendrá paga de justo. El que dé a beber, aunque no sea más que un vaso de agua fresca, a uno de estos pobrecillos, sólo porque es mi discípulo, no perderá su paga, os lo aseguro.»

Palabra del Señor

Duras palabras y difícil de entender en la boca de Jesús del que tenemos que aprender a ser «manso y humilde de corazón». Una vez más nos muestra el Evangelio la importancia de la fe en Cristo y, en especial, en su persona. Una fe que tiene que estar por encima de las cosas más sagradas y más grandes de la vida. Seria una fe falsa aquella que, para no romper los vínculos familiares o amistosos, permaneciera en un nivel superficial o lo fuera solo de nombre, sin ninguna exigencia. La fe verdadera, para el Evangelio, significa optar clara y decididamente por la persona de Cristo, aunque esto supusiera, renunciar a los sentimientos más profundos del corazón pues lo que cuenta es la opción por Cristo frente a todos los demás valores e ideales de la vida.

Ser capaz de reafirmar la fe en Cristo y el Evangelio es una necesidad vital para el cristiano de este tiempo sometido a los nuevos ídolos de la humanidad moderna que atrapan su corazón en el placer, el bienestar, la técnica o el consumismo y que amenazan con oxidar la fe hasta el punto de anularla, dejando de ser un factor determinante en la vida.

¡Todo un desafío, hacer de Cristo y a su Evangelio la opción fundamental de mi vida sobre la cual pilote todos los demás valores de mi existencia!

¡Feliz Domingo!