Festividad del Cuerpo y la Sangre del Señor

Lectura del santo evangelio según san Juan (6,51-58):

En aquel tiempo, dijo Jesús a los judíos: «Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo; el que coma de este pan vivirá para siempre. Y el pan que yo daré es mi carne para la vida del mundo.»

Disputaban los judíos entre sí: «¿Cómo puede éste darnos a comer su carne?»

Entonces Jesús les dijo:

«Os aseguro que si no coméis la carne del Hijo del hombre y no bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros. El que come mi carne y bebe mi sangre tiene vida eterna y yo lo resucitaré en el último día. Mi carne es verdadera comida y mi sangre es verdadera bebida. El que come mi carne y bebe mi sangre habita en mí y yo en él. El Padre que vive me ha enviado, y yo vivo por el Padre; del mismo modo, el que me come vivirá por mí. Éste es el pan que ha bajado del cielo: no como el de vuestros padres, que lo comieron y murieron; el que come este pan vivirá para siempre.»

Palabra del Señor

La experiencia del pueblo de Israel en el desierto es el punto de partida de las lecturas de este día tan importante. Allí el pueblo aprendió que su vida estaba en las manos generosas de Dios, que no dependía de sus propias fuerzas. El pueblo pasó hambre, se sintió desfallecer, se vio perseguido y acosado. Pero allí también experimentó el poder de Dios que con brazo fuerte y mano poderosa los libró de los enemigos, los alimentó y los llevó a la tierra prometida. Nada sucedió porque el pueblo fuese poderoso. Fue la pura gracia de Dios que les sacó de la esclavitud y les alimentó con el maná.

La comunidad cristiana se sabe hoy también en camino. Peregrinamos en busca de la morada definitiva. Cada uno, cada familia, sabe de las penurias y dificultades, de los momentos de gozo pero también de los muchos momentos de dolor y desesperanza. Sabemos por experiencia que nuestras fuerzas son pequeñas, que estamos muy limitados. Pero en medio de nuestro caminar siempre podemos hacer un alto. Una parada en el camino. Para celebrar con los hermanos y hermanas la Eucaristía.

Es un tiempo de encuentro solidario. Los rostros de los otros al entrar en la iglesia se nos hacen amables. Brota el saludo. Allí vamos a experimentar la comunidad y, lo más importante, al que es el vínculo de unión de la comunidad, el que anima nuestra esperanza y da fuerza a nuestro caminar: Jesús. Juntos cantamos y alabamos, juntos escuchamos y meditamos su palabra, juntos damos gracias y compartimos su cuerpo y su sangre. Juntos celebramos la Eucaristía sabiéndonos miembros de una inmensa comunidad que está extendida por todo el mundo.

En la Eucaristía, en la misa, aprendemos que nuestro caminar tiene sentido, que a pesar del cansancio vale la pena seguir esforzándose. En la Eucaristía descubrimos que no estamos solos, que los hermanos y hermanas que nos rodean están comprometidos en el mismo camino, que Dios está con nosotros, porque se ha hecho alimento, el pan y el vino que dan la verdadera vida. “El que come de ese pan vivirá para siempre” dice Jesús en el Evangelio. Ahora ya sabemos que no sólo de pan vivimos. Sabemos que nuestro pan, nuestros esfuerzos, vale poco. Y reconocemos que en el pan de la Eucaristía, el cuerpo mismo del Señor, hallamos la vida verdadera, la que no se acaba, la que nos orienta en nuestro caminar.

Al salir cada domingo de la Eucaristía hemos recuperado las fuerzas. Los problemas afuera, en el trabajo, en la familia, en la ciudad, son los mismos. No han cambiado. Pero nosotros hemos recibido la visita de Dios en nuestros corazones. Y sentimos su gracia y su fuerza. Y seguimos caminando.

Nuevo reparto de aceite Castelanotti

Este domingo un grupo de hermanos de la Cofradía procedieron a realizar el reparto del aceite que la firma Castelanotti Agrodelpa ha donado a la Cofradía para colaborar con las personas más desfavorecidas.

En esta ocasión la importante partida de 1200 litros de aceite se ha distribuido entre las Parroquias de Santa María Madre de la Iglesia, Nuestra Señora de Belén, San Ignacio de Loyola y Nuestra Señora de la Asunción del barrio del Figueroa. Una parte importante de la donación se ha entregado a la Hermandad de la Piedad de las Palmeras que en pasadas fechas hicieron un llamamiento a las Hermandades y Cofradías solicitando ayuda para atender a las numerosas familias necesitadas de la Parroquia de San Antonio María Claret del barrio de las Palmeras.

Nuevamente no tenemos palabras para agradecer a la familia de Aceites Castelanotti su gran generosidad y entrega, que ha hecho posible que la Cofradía pueda seguir ayudando a las personas que más lo necesitan. Muchas gracias, porque su generosa aportación nos anima a seguir trabajando.

Festividad de la Santísima Trinidad

Lectura del santo evangelio según San Juan (3,16-18):

Tanto amó Dios al mundo que entregó a su Hijo único para que no perezca ninguno de los que creen en él, sino que tengan vida eterna. Porque Dios no mandó su Hijo al mundo para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por él. El que cree en él no será juzgado; el que no cree ya está juzgado, porque no ha creído en el nombre del Hijo único de Dios.

Palabra del Señor

Tanto amó Dios al mundo!

Este domingo de la Trinidad se puede decir que marca el final de las celebraciones más importantes del año litúrgico. Adviento y Navidad traen consigo la primera pascua: el Nacimiento de Jesús. Cuaresma y Semana Santa nos llevan a la segunda pascua: la Resurrección de Jesús. Y los cincuenta días de Pascua nos guían hacia Pentecostés, la tercera pascua, la venida del Espíritu Santo.

Se ha culminado así el proceso de la revelación de Dios, que se nos ha manifestado en Jesús. A través de sus palabras, de sus acciones y de su estilo de vida, nos ha revelado al Padre.

Y cuando él desaparece de este mundo, nos envía su Espíritu Santo para que siga alentando en nuestros corazones el mismo fuego que nos dejó su presencia. Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo. No es cuestión de entrar en discusiones teológicas. Pero sí de dejar que llegue a nuestro corazón un mensaje claro: Dios es amor. Y no es otra cosa.

Padre, Hijo y Espíritu Santo son relación de amor entre ellos. Y en ese amor viven en la más perfecta unidad que imaginarse pueda. Tanto que son un solo Dios. Y lo que es más: ese amor se vuelve hacia nosotros.

En Jesús se nos revela el amor del Padre y el Espíritu nos ayuda a reconocerlo con nuestra mente y con nuestro corazón. Hay que volver a leer el texto del evangelio de Juan: “Tanto amó Dios al mundo que entregó a su Hijo único”. Es decir, se entregó a sí mismo. Se dio totalmente por nosotros. Sin medida. Sin condiciones.

¿Cómo es posible que haya gente que todavía piense que Dios anda persiguiéndonos para castigarnos, para ponernos dificultades y piedras en el camino, para condenarnos incluso?

Hay que repetir muchas veces ese texto: “Tanto amó Dios al mundo…” Y dejar que nos llegue adentro ese cariño inmenso de Dios y darnos cuenta de la incongruencia que supone pensar que Dios pueda estar planificando nuestra condenación o que pueda tener pensada la destrucción de este mundo y de sus hijos.

Dios, lo dice también el evangelio de hoy, quiere que “el mundo se salve”. Pero, ¿nos dejaremos salvar? Porque también es verdad lo que dice la primera lectura del libro del Éxodo: que somos un pueblo de cerviz dura, que a veces no somos capaces de aceptar la mano que Dios nos tiende para salvarnos.

Hoy es tiempo de volver nuestros ojos a lo alto y reconocer que Dios está ahí, siempre deseoso de echarnos una mano, de ayudarnos, de estar a nuestro lado, de acogernos, de enseñarnos a perdonar (generalmente nos cuesta mucho perdonarnos a nosotros mismos y por eso nos cuesta también aceptar el perdón de Dios).

Levantemos los ojos y nos daremos cuenta de que el Dios del amor y de la paz está con nosotros (segunda lectura). Para siempre.

¿No es tiempo de darle las gracias?

Ha fallecido nuestro hermano Rafael Casado Muñoz

Al mediodía de hoy hemos conocido la triste noticia del fallecimiento de nuestro hermano D. Rafael Casado Muñoz, a los 79 años de edad, tras haberse complicado en los últimos meses su delicado estado de salud.

Rafa Casado, que en 2 días cumpliría 80 años, es hermano desde hace más de cuatro décadas y ha estado siempre colaborando con la Cofradía muy activamente, llegando a formar parte en varias Juntas de Gobierno.

La Junta de Gobierno de la Cofradía quiere transmitir su más sentido pésame a la familia y amigos de Rafa Casado, teniendo un recuerdo muy especial para Conchi, su mujer.

Mañana a las 12 del mediodía la familia celebrará un responso en el Tanatorio del Granadal.

Rogamos al Beato Padre Cristóbal de Santa Catalina y a María Santísima Nazarena para que intercedan ante Jesús Nazareno, para que el Señor lo acoja en su Gloria y le de el descanso eterno.

Descanse en Paz.

El orfebre que coronó a la Nazarena… Alfonso Luque Morales

El pasado día 21 de abril falleció el orfebre Alfonso Luque Morales en la Córdoba que lo vio nacer en 1939.

Queremos aprovechar estas líneas para trasladar nuestras condolencias a la familia, y rendir un pequeño tributo a la memoria de otro gran artista cordobés que tristemente nos ha dejado este año.

Alfonso Luque inició con 14 años su formación en los talleres de Hijos de Manuel Fragero. En 1975, y según el diseño de Andrés Valverde Luján, cincelaba respiraderos y peana para la primera salida de María Santísima Nazarena. Al año siguiente, de sus manos salieron el juego de varas e incensarios de la cofradía, y un año más tarde la magistral corona de la Virgen.

Coronación de María Santísima Nazarena

Suyos son, en años sucesivos, el cincelado de las jarras o las piezas de orfebrería del palio y los ciriales. Más recientes, el corazón de oro y plata de la Nazarena, los atributos de los ángeles de la Virgen del Pilar, el puñal de san Bartolomé, la restauración de los resplandores de la Soledad… 

Entre sus obras para la Semana Santa de Córdoba, las coronas de la Madre de Dios en sus Tristezas, de la Esperanza del Valle, de la Dolorosa del Cristo de Gracia, de la Virgen del Buen Fin, o la cruz de guía del Descendimiento y las de los siete dolores de la hermandad de los Dolores.

Frontal del paso de María Santísima Nazarena

En la provincia, las preseas con que fueron coronadas canónicamente la Virgen de la Salud de Castro del Río y la de los Remedios de Aguilar figuran en la larga relación que se extiende a otras provincias como Jaén, Ciudad Real, Almería o Granada.

Como muestra de su maestría, nos gustaría hacer referencia al estudio realizado por María Teresa Dabrio González, de la Universidad de Córdoba, sobre «LA CORONA PROCESIONAL EN CÓRDOBA. APROXIMACIÓN TIPOLÓGICA.» publicado por la Universidad de Murcia en 2006, dentro del Libro ESTUDIOS DE PLATERIA: SAN ELOY 2006.

En el apartado de OTRAS CREACIONES CORDOBESAS, la autora comenta:

María Santísima Nazarena

«La fuerte demanda experimentada desde el tercio final del siglo XX ha posibilitado la aparición en la ciudad de nuevos talleres que, a su vez, también exportan su obra fuera de los estrictos límites locales. De todos los existentes, el de mayor número de obras es el de Afonso Luque Morales. Su estética se mantiene dentro de los cánones neobarrocos, revelando buen conocimiento del oficio y una cierta versatilidad en los diseños. De sus primeras obras destaca La Corona de María Santísima Nazarena, fechada en 1977, en la que siguió diseños de Andrés Valverde Luján; consta de un aro decorado con un sencillo contario, cuerpo ligeramente abierto articulado en capillas, en cuyo interior se alojan diversas imágenes y jarrones florales, que se rematan con pináculos.»

También hace mención este estudio al conjunto formado por rostrillo, escapulario y corona de la Virgen de las Tristezas, realizado entre 1984 y 1986. Destacando el empleo de ces y tornapuntas, así como la labra cuidada y algo abultada que remiten claramente al barroco setecentista, al igual que las incurvadas imperiales. Incide en que la ráfaga muestra un perfil poligonal y una profusa ornamentación que se completa con haces de rayos lisos, biselados y desiguales, rematados con doce estellas.

Entre las preseas que salen de sus talleres también destaca en 1987, con motivo de su primera salida, la Corona de Nuestra Señora del Buen Fin, de la cofradía del Descendimiento. La concibe con aro moldurado, canasto cubierto con vegetación menuda y capillitas, e imperiales algo achatadas y perfiles sinuosos, sobre las que asienta un ancho motivo vegetal ramatado por la cruz, con escaleras, símbolo de la hermandad; la ráfaga presenta segmentos de rocallas, contarios, querubes y haces de rayos biselados coronados con estrellas.

La Corona de María Santísima de los Dolores y Misericordia, realizada en 1995 y estrenada en 1997, supone un cambio en la estética del platero, pues se inspira en modelos neogóticos. El cuerpo se articula con capillitas para imágenes que se separan con estilizados gabletes; la ráfaga es muy calada y en ella se mezclan gabletes, rayos lisos desiguales y elementos vegetalizados.

Pedimos en nuestras oraciones y plegarias al Beato Padre Cristóbal de Santa Catalina y a María Santísima Nazarena para que intercedan ante Jesús Nazareno, para que el Señor lo acoja en su Gloria y le de el descanso eterno.

Homenaje a Andrés Valverde Luján

La Junta de Gobierno de la Real e Ilustre Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno, María Santísima Nazarena, San Bartolomé y Beato Padre Cristóbal de Santa Catalina en su afán de honrar la memoria de quien tanto dio por su Cofradía, ha elaborado este vídeo homenaje con testimonios, vivencias y anécdotas de personas que estuvieron muy de cerca a Andrés Valverde durante los años que estuvo al frente de la Cofradía, para intentar transmitir su calidad humana.

Esperamos que os guste, ya que el hemos puesto todo nuestro cariño.