El primer día del año los cristianos celebramos la fiesta de Santa María, Madre de Dios:
«A los ocho días de nacer, circuncidaron al niño y le llamaron Jesús-salvador».
Y en este día también la Iglesia celebra la jornada mundial por la Paz bajo el lema:
”Diálogo entre generaciones, educación y trabajo: instrumentos para construir una paz duradera”.
Este Dios nuestro trae con su nacimiento el don de la paz.
Quizás este primer día del año nuevo pasará por alto estos dos acontecimientos porque todos deseamos ardientemente que este primer día del año nuevo sea el primero de muchos que traigan la tan deseada salud ante una pandemia que nos tendrá sumido en la mayor crisis sanitaria, económica y social durante años.
Pero bien pensado, hasta que llegue la victoria ante el virus qué mejor don que saber vivir en paz en estos tiempos de incertidumbre, de poder caminar en el nuevo año anhelando un mundo más fraterno, más solidario, que ponga en el centro de sus intereses lo esencial: la vida y la salud de cada uno de los habitantes de este mundo.
Que Dios, en este año, mueva los corazones de todos los hombres, nos cure de la ceguera y nos dé el don precioso de amarnos como hermanos, verdadero fruto de La Paz.
¡Feliz año 2022!