Lectura del santo Evangelio según san Mateo (12,38-42)
En aquel tiempo, algunos de los escribas y fariseos dijeron a Jesús: «Maestro, queremos ver un signo tuyo.»
Él les contestó: «Esta generación perversa y adúltera exige un signo; pero no se le dará más signo que el del profeta Jonás. Tres días y tres noches estuvo Jonás en el vientre del cetáceo; pues tres días y tres noches estará el Hijo del hombre en el seno de la tierra. Cuando juzguen a esta generación, los hombres de Nínive se alzarán y harán que la condenen, porque ellos se convirtieron con la predicación de Jonás, y aquí hay uno que es más que Jonás. Cuando juzguen a esta generación, la reina del Sur se levantará y hará que la condenen, porque ella vino desde los confines de la tierra, para escuchar la sabiduría de Salomón, y aquí hay uno que es más que Salomón.»
Palabra del Señor
Cuánta razón tiene el dicho: no hay peor ciego que el que no quiere ver.
Los que fueron capaces de ver la mano de Dios en Jonás y en Salomón, los escribas y fariseos, no ven el gran signo de Jesús que es más que Jonás y más que Salomón.
Y el signo-Jesús no es otro que el tomar sobre sí el yugo de los hombres, sus enfermedades y sus miserias. No hay otro signo que un hombre que se hace cargo de la dura realidad de la condición humana, un hombre que muere.
¿Sientes el alivio, el consuelo, la presencia de Dios en tu vida? No hay otro nombre bajo el cielo que pueda salvarnos. No te canses de alabar y bendecir al que murió por amor a ti.
¡Feliz día del Beato Cristóbal de Santa Catalina!