La Congregación de Hermanas Hospitalarias de Jesús Nazareno Franciscanas y la Agrupación Musical Cristo de Gracia han llegado a un acuerdo para que los músicos trinitarios del Alpargate vuelvan acompañar musicalmente al Beato Cristóbal de Santa Catalina en su Salida Procesional del 12 de Febrero.
Misa de Hermanos
Mañana sábado, 21 de Enero, celebraremos la primera Misa de Hermandad de este año 2023.
Será a las 18.30 horas en nuestra Iglesia Hospital de Jesús Nazareno y presidida por nuestro Consiliario Rvdo. P. D. José Luis Moreno Modelo.
Descripción del Cartel de Semana Santa de 2023
Ayer se presentó en el centro de convenciones de la Caja Rural el nuevo cartel que anuncia la Semana Santa de Córdoba de 2023. Cómo ya saben, nuestra Titular, María Santísima Nazarena es la protagonista de dicho Cartel.
Aquí le adjuntamos el texto donde el autor describe su trabajo y nos puede ayudar a entender está magnífica obra de arte:
“Se trata de una obra cuyo grafismo y enmarque están influenciados por la estética modernista imperante en Europa a finales del siglo XIX y principios del XX. Algo que se refleja tanto en la tipografía elegida como en los colores usados en ella.
Sin embargo el resto de la composición es extremadamente fiel a mi estilo, con una gran carga figurativa e importantes dosis de realismo y matices que juegan con recursos característicos de las ilustraciones publicitarias e incluso cinematográficas propias del segundo tercio del pasado siglo.
María Stma. Nazarena, de la Hermandad de Ntro. Padre Jesús Nazareno protagoniza la obra, recreándose un recorrido por la pasión de Cristo que se desarrolla inmersa en la propia imagen dolorosa. En el fondo, con un tratamiento de tintas planas, destacan motivos geométricos que recuerdan a las ventanas de la Puerta del Espíritu Santo, uno de los más bellos accesos a la Mezquita Catedral.
Sobre la mano izquierda de la Virgen y recortando su tocado, surge el elemento más significativo de la entrada triunfal en Jerusalén, la Palma. Seguidamente y bajo una luna llena, el fondo tenderá hacia tonos azulados que nos confortarán como a Jesús de la Oración en el Huerto aquella noche en el Monte de los Olivos.
Bajo esta escena la gama de colores se torna rojiza cual sangre derramada, y el martirio se hace latente en el dramático y desgarrador rostro de Ntro. Padre Jesús Humilde en la coronación de espinas de la Hdad. de la Merced, ¡el Rey del Zumbacón!
Justo a su derecha en un plano más lejano y rodeado de una atmósfera de incienso, asoma el perfil del Nazareno de la Cofradía de la Vera-Cruz, el Señor de los Reyes, camino al Monte Calvario, o Lugar de la Calavera, donde Cristo fue crucificado.
Esa escena, la de la crucifixión, se va a representar en la parte inferior derecha, donde según la tradición cristiana en aquel sitio se encontrarían los restos de Adán, justo en el lugar donde Jesús murió.
Sobre el primer pecado se alza la efigie del Santo Cristo de la Universidad, titular de la hermandad estudiantil, en la que sin mostrar su rostro se contempla la tortura y las laceraciones de su cuerpo que reproducen las heridas reflejadas en la Sábana de Turín. Algunas estrellas rodean la imagen envueltas en colores, esta vez con tonos morados y púrpura, símbolo de penitencia, como aquellas estrellas del velo de tinieblas que porta el Santísimo Cristo del Remedio de Ánimas, cuando todo se tornó en tiniebla y oscuridad.
Finalizando este Vía Crucis, aparece un pañuelo en la mano derecha de la Virgen, que a modo de sudario acuna a la imagen del hijo muerto, representado como Ntro. Señor Jesucristo del Santo Sepulcro.
En la parte más alta de la composición destaca la cruz portando el sudario como triunfo de Jesús sobre la muerte y también como símbolo de su Resurrección. En el centro, sobre el texto, el cortejo de nazarenos de la Hdad. de las Angustias alza su Cruz de Guía para anunciar la llegada de la Semana Grande a la ciudad. Sobre ella, una paloma que parece haber escapado del fastuoso manto de las palomas de Ntra. Sra. de los Dolores, se nos presenta coronada y portando una rama de olivo para rememorar la reciente Coronación Canónica de la Virgen de la Paz y Esperanza.
Por último, la mirada de Mª Stma. Nazarena conducirá al espectador, a ustedes, hacia el nombre de la ciudad, hacia Córdoba, que queda acentuada por uno de los característicos clavos florecidos del Crucificado de Ánimas, destacando como centro de todo, como colofón, el corazón traspasado y desgarrado de la Virgen de los Dolores Coronada, símbolo inequívoco e identificativo de la Semana Santa cordobesa.»
José Cabrera Lasso de la Vega
Una vez más, queremos agradecer tanto a la Agrupación como al autor por la elección de nuestra Titular. Gracias.
Evangelio 2° Domingo del Tiempo Ordinario
Lectura del santo evangelio según san Juan (1,29-34)
En aquel tiempo, al ver Juan a Jesús que venía hacia él, exclamó:
«Este es el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo. Este es aquel de quien yo dije: “Tras de mí viene un hombre que está por delante de mí, porque existía antes que yo”. Yo no lo conocía, pero he salido a bautizar con agua, para que sea manifestado a Israel».
Y Juan dio testimonio diciendo:
«He contemplado al Espíritu que bajaba del cielo como una paloma, y se posó sobre él.
Yo no lo conocía, pero el que me envió a bautizar con agua me dijo:
“Aquel sobre quien veas bajar el Espíritu y posarse sobre él, ese es el que bautiza con Espíritu Santo”.
Y yo lo he visto y he dado testimonio de que este es el Hijo de Dios».
Palabra del Señor
El domingo pasado celebramos la fiesta del bautismo del Señor con el que Jesús inicia su misión de anunciar a todos los hombres la Buena noticia de la salvación que trae para todos.
Pero antes que inicie su misión, en el evangelio de este domingo, el Bautista nos hace una presentación de Jesús dándonos su testimonio personal sobre él. Y usa una expresión que conocemos bien, pues la repetimos en cada Eucaristía: «Éste es el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo»
El Bautista intuye el destino de Jesús: un día sería inmolado como aquel cordero, cuya sangre sobre los dinteles de las casas en aquella noche de Pascua en Egipto había librado a sus padres esclavos del Faraón de la masacre del ángel exterminador de la décima plaga, y que con su sangre quitaría a las fuerzas del mal la capacidad de hacer daño. Su sacrificio libraría al hombre del pecado y de la muerte.
Es decir, que el bautista profetiza lo que le ocurrirá a Jesús: tomará sobre sí todas las debilidades, todas las miserias, toda la maldad de los hombres, y con su mansedumbre y con la ofrenda de su vida, las aniquilará.
No se trata de un simple perdón por las meteduras de pata que a menudo cometemos los seres humanos. Sino que introducirá en el mundo un dinamismo nuevo, una fuerza irresistible –su Espíritu– que llevará los hombres al bien y a la vida. Es un cambio radical: el mal, el sufrimiento, el pecado, la muerte ya no tendrán nada que hacer con nosotros, quedaremos definitivamente liberados, como aquella noche pascual en que Israel pudo escapar de tanto dolor y tanta penuria en su esclavitud.
Las palabras del bautista:
“¡He aquí el cordero de Dios!”
Significa que es Jesús, entregado por Dios al mundo para ser sacrificado, como Isaac pero es Jesús quien, libremente y por amor, se entrega al Padre para ser amarrado sobre el altar de la cruz.
¿Y como participamos nosotros de esta gracia que trae el Cordero De Dios? Pues participando en la eucaristía. Al comulgar es como si nos «untáramos» con la sangre de Cristo para que nos defienda, proteja y salve de tantos males como nos acechan, en los que nos metemos, y en los que otros nos meten. Necesitamos que alguien más poderoso que el mal, que el pecado, que la muerte… nos libere de nuestras esclavitudes, nos «marque» (con su propia sangre/vida) para que podamos ponernos en camino hacia la tierra de la libertad, para que seamos realmente hijos De Dios.
Seamos testigos del Cordero, de su entrega y de su amor por cada uno de nosotros. Es lo que Dios quiere que cada hombre, acogiendo su amor y poniéndolo en el centro de su vida, alcance la plena realización de sí mismo, que se haga hijo de Dios.
¡Feliz Domingo!
Maria Santísima Nazarena protagonista de la Semana Santa de Córdoba
Hoy, 14 de enero de 2023, es un día importante en nuestra Cofradía ya que la Agrupación de Cofradías ha presentado el cartel de la Semana Santa de Córdoba.
Y tenemos el placer de comunicar que nuestra Titular, María Santísima Nazarena es la protagonista de dicho cartel.
Se trata de una extraordinaria pintura del reconocido pintor sevillano José Cabrera Lasso.
José Cabrera Lasso de la Vega, nació en Sevilla en 1974, cursó sus estudios en la Escuela de Artes y Oficios Artísticos de Sevilla, siendo uno de los autores más prolíficos y reconocidos de los últimos años. Por citar solo algunos de sus trabajos cuenta en su haber con el Cartel de las Glorias de Sevilla, el cartel de la salida procesional de la Virgen del Carmen de San Leandro (2019); el cartel del I centenario de la coronación de la Divina Pastora de Capuchinos (2021) o algunos del pasado año 2022, como el cartel oficial de la Semana Santa de Alcalá de Guadaíra, la portada del boletín de la Hermandad de la Sentencia de Córdoba, el cartel de la Hermandad de los Muchachos de Utrera o el cartel del Viernes de Dolores de Villanueva del Ariscal. Destacando sobre todos el cartel de la Romería del Rocío de 2022
Desde nuestra Cofradía queremos agradecer a la Agrupación de Hermandades y Cofradías por elegir a Nuestra Titular esta magnífica obra realizada por José Cabrera Lasso de la Vega. Enhorabuena.
Igualá de la Cuadrilla del Beato Padre Cristóbal
El próximo viernes, 13 de enero a las 21:00 h. en la Casa de Hermandad, en la calleja del Rehoyo (plaza de San Agustín) se cita a todos los costaleros que deseen formar parte de la Cuadrilla que portará, el próximo 12 de Febrero, la imagen del Beato Padre Cristobal de Santa Catalina en su Salida Procesional.
Se ruega puntualidad y acudir con calzado negro de salida.
Evangelio Solemnidad del Bautismo de Jesús
Lectura del santo evangelio según san Mateo (3,13-17)
En aquel tiempo, vino Jesús desde Galilea al Jordán y se presentó a Juan para que lo bautizara.
Pero Juan intentaba disuadirlo diciéndole:
«Soy yo el que necesito que tú me bautices, ¿y tú acudes a mí?».
Jesús le contestó:
«Déjalo ahora. Conviene que así cumplamos toda justicia».
Entonces Juan se lo permitió. Apenas se bautizó Jesús, salió del agua; se abrieron los cielos y vio que el Espíritu de Dios bajaba como una paloma y se posaba sobre él.
Y vino una voz de los cielos que decía:
«Este es mi Hijo amado, en quien me complazco».
Palabra del Señor
La Navidad termina hoy con la fiesta del Bautismo del Señor. Jesús, adulto ya, va a comenzar su misión.
Jesús como uno más, se pone a la fila de los pecadores para recibir el bautismo de Juan por el agua del Jordán. Entra en el agua como un hombre más que en ella buscara sepultar sus pecados para salir renovado.
Pero se produce un efecto sorprendente: no es el bautismo el que santifica a Jesús, sino que es Jesús el que santifica el bautismo. Al entrar en él lo ilumina por dentro, lo transforma y se convierte para nosotros el inicio a una vida nueva porque es el Hijo amado De Dios. Es la misma voz del Padre la que nos lo presenta: “Éste es mi Hijo, el amado, mi predilecto”. Es como si dijera Dios: Es el rostro humano, reconocible, de mi amor. Es mi Palabra, hecha pequeña palabra vuestra. Es vuestro hermano, sí, pero también vuestro Señor. Es el resultado, no lo olvidéis, de muchos milagros juntos, es el fruto de un esfuerzo todopoderoso para hacernos comprensibles mis designios. Es vuestra gran oportunidad. El camino definitivo para que nadie se pierda, sino que haya vida abundante para todos.
Vale la pena, amigos, que lo reconozcamos. Que lo escuchemos. Que lo sigamos.
Necesitamos escuchar esta voz, necesitamos poner mirada atenta, oído vigilante a Jesús, a su vida y a su Palabra, pues solo así creceremos y viviremos verdaderamente como hijos de Dios.
¡Renueva hoy tus promesas bautismales! !vive con más pasión y entrega tu bautismo, tu ser hijo y entones, te lo aseguro, serás feliz.
¡Buen Domingo!
Evangelio solemnidad del Dulce Nombre de Jesús
Lectura del santo Evangelio según san Juan (1,29-34)
Al día siguiente, al ver Juan a Jesús que venía hacia él, exclamó: «Este es el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo. Este es aquel de quien yo dije: «Trás de mí viene un hombre que está por delante de mí, porque existía antes que yo.» Yo no lo conocía, pero he salido a bautizar con agua para que sea manifestado a Israel.»
Y Juan dio testimonio diciendo: «He contemplado el Espíritu que bajaba del cielo como una paloma, y se posó sobre él. Yo no lo conocía, pero el que me envió a bautizar con agua me dijo: «Aquél sobre quien veas bajar el Espíritu y posarse sobre él, ése es el que ha de bautizar con Espíritu Santo.» Y yo lo he visto, y he dado testimonio de que éste es el Hijo de Dios.»
Palabra del Señor
Con la mirada todavía puesta en el Niño de Belen, el Evangelio de hoy pone en boca del Bautista una confesión de fe que ha pasado a formar parte de la vida de todos los creyentes: “Éste es el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo”.
La escuchamos en cada Eucaristía, la repite el sacerdote antes de la comunión. Quizá por eso nos hemos acostumbrado y no nos asusta la grandeza de este Misterio de amor que encierra. Es que nos acostumbramos muy pronto al Misterio. Como que tuviéramos derecho a ello.
Quizá nosotros, desde la infancia, tenemos la suerte de escuchar esas palabras, si no cada día, sí cada domingo, y a fuerza de oírla y repetirla nos hemos acostumbrado a ella, y en cambio, estamos llamados a hacerlas vida. Si el Cordero de Dios, el Esperado, el Mesias está entre nosotros quiere decir que Dios ha venido a quedarse para siempre: ¡Corre por nuestras venas la savia del amor eterno de Dios y eso se nos tiene que notar!
¡Feliz día del Dulce Nombre de Jesús!
Como preceptúan nuestros Estatutos Cofrades, hoy celebraremos la Solemnidad del Santísimo Nombre de Jesús. Debemos invocarlo con confianza plena de que obtendremos toda bendición y gracia en esta vida terrenal y futura.
Nos reuniremos en torno a la mesa del Señor, hoy a las 20.30 hrs en nuestra Iglesia de Jesús Nazareno, para celebrar en comunidad esta Festividad tan importante para todos nosotros.
Festividad del Dulce Nombre de Jesús
El próximo, martes, día 3 de enero celebraremos en la Iglesia Hospital de Jesús Nazareno a las 20:30 h, la Festividad del Dulce Nombre de Jesús, como preceptúan nuestros Estatutos. Estará presidida por nuestro Consiliario el Rvdo. P. D. José Luis Moreno Modelo.
Solemnidad de Santa María Madre de Dios
Lectura del santo evangelio según san Lucas (2,16-21):
En aquel tiempo, los pastores fueron corriendo hacia Belén y encontraron a María y a José, y al niño acostado en el pesebre. Al verlo, contaron lo que se les había dicho de aquel niño.
Todos los que lo oían se admiraban de lo que les habían dicho los pastores. María, por su parte, conservaba todas estas cosas, meditándolas en su corazón.
Y se volvieron los pastores dando gloria y alabanza a Dios por todo lo que habían oído y visto, conforme a lo que se les había dicho.
Cuando se cumplieron los ocho días para circuncidar al niño, le pusieron por nombre Jesús, como lo había llamado el ángel antes de su concepción.
Palabra del Señor
El primer día del año civil, los cristianos celebramos la fiesta de Santa María, Madre de Dios: «A los ocho días de nacer, circuncidaron al niño y le llamaron Jesús-salvador». Y en este día también la Iglesia celebra la jornada mundial por la Paz bajo el lema: “Nadie puede salvarse solo. Recomenzar desde el COVID-19 para trazar juntos caminos de paz»
Este Dios nuestro trae con su nacimiento el don de la paz.
Quizás este primer día del año nuevo pasará por alto estos dos acontecimientos porque todos deseamos ardientemente que este primer día del año nuevo sea el primero de muchos que traigan la tan deseada paz a ucrania, expresión del fracaso de toda la humanidad, y que las alargadas sombras de la pandemia, que nos ha sumido en una crisis, sanitaria, social y económica se disipen totalmente.
Pero bien pensado, hasta que llegue la victoria ante esta guerra absurda, qué mejor don que saber vivir en paz en estos tiempos de incertidumbre, de poder caminar en el nuevo año anhelando un mundo más fraterno, más solidario que ponga en el centro de sus intereses lo esencial: la vida y la salud de cada uno de los habitantes de este mundo.
Que Dios, en este año, mueva los corazones de todos los hombres, nos cure de la ceguera y nos dé el don precioso de amarnos como hermanos, verdadero fruto de La Paz.
¡Feliz año 2023!