Nos encontramos inmersos en la vorágine de preparativos para la Semana Santa. Cómo cada Cuaresma la Cofradía es un hervidero de personas que en mayor o menor medida trabajan para la preparación de la Estación de Penitencia.
Una de ellos, el reparto de túnicas, ha finalizado siendo un verdadero éxito. Cómo en los últimos años hemos vuelto a crecer en hermanos dispuestos a acompañar a Nuestro Padre Jesús Nazareno y a María Santísima Nazarena el próximo Jueves Santo.
Los equipos de Mayordomía y Priostía se afanan en la limpieza de enseres y montaje de los pasos en una carrera contrarreloj para que el Jueves Santo nuestros Sagrados Titulares luzcan con todo su esplendor.
Así mismo, las cuadrillas de costaleros ultiman su preparación, con largos y nutridos ensayos, en los que se respira buen ambiente y sobre todo se demuestra el buen hacer de unos hermanos con compromiso y corazón.
Las reuniones de trabajo y largas jornadas de trabajo se entremezclan con buenos momentos de convivencia que enriquecen aún más si cabe, y aumentan la satisfacción del trabajo bien hecho.
Y como no puede ser de otra forma el carácter asistencial y de ayuda a los demás no se puede dejar a un lado. La Vocalía de caridad sigue organizando campañas de ayuda a los más necesitados que tienen una gran acogida entre nuestros hermanos.
Todo este duro trabajo, que dará sus frutos en breves fechas, no sería posible llevarlo a cabo sin la inestimable colaboración de todos los hermanos que voluntariamente dedicar su tiempo y esfuerzo para trabajar por su Cofradía.
Desde el gesto que puede parecer insignificante a las maratonianas jornadas de trabajo son necesarias para darle sentido a todo este trabajo.
Por todo ello muchas gracias a todos por estar ahí. Feliz Cuaresma y os esperamos con los brazos abiertos.